jueves, 25 de julio de 2013

Brevemente

En realidad no tengo mucho que contar. Pero mi cumpleaños es la semana que viene y ya han caído los dos primeros regalitos. Un pulsómetro para ir a correr y este móvil desde el que os escribo (por eso la entrada es tan corta).
A ver si adivinais donde estoy ahora mismo ;)

viernes, 12 de julio de 2013

Viajes estivales

Tengo entradas atrasadas, quiero escribir del cómic "Arrugas", de la peli "Te quiero Philipp Morris" y de Dr. Who (que la retomaré en mi nueva casa de Hannover). Pero más que eso, quiero escribir de las vacaciones, que ya llevo unas dos semanas y he hecho de todo menos tumbarme a la bartola a rascarme la barriga. Bueno, vale, sí, eso también lo he hecho, pero no ha sido lo único.

Empecé las vacaciones en Bruselas. No es que sea superfan del Atomium ni de las instituciones de la Unión Europea. Ya estuve allí hace cinco años, vi la Grand Place, el Maneken Pis y todo lo demás que hay que ver (que la verdad, creo que no es mucho), pero esta vez no iba a Bruselas, iba a ver a mi amiga Despojix, que da la casualidad de que vive en Bruselas, así que allí que me planté. Nada más salir de la estación me enseñó una estatua de Don Quijote y Sancho Panza, nos compramos unas patatas fritas, me enseñó de refilón la Grand Place y eso fue todo el turismo que hice. Después hicimos a lo que yo iba de verdad a Bruselas: llegamos a su casa y abrimos la primera de una larga serie de Duvels.
El demonio vive en Bélgica... y ¡está tan rico!
En resumen, de Bruselas he visto el sofá de Despojix y Gabino, la casa de una compañera suya de trabajo que nos invitó a cenar y unos cuantos bares de su barrio. Nos mojamos, por dentro y por fuera, nos reímos como hacía tiempo que no me reía, compré cositas para regalar, cené con gente a la que acaba de conocer y pensé "si esta gente no sabe dónde he estado yo esta tarde y seguramente ni se lo imaginan, a saber qué hacen ellos en su vida privada" y de repente, me imaginé a esos profesores de universidad y abogados de marcha y me lo pasé bastante bien. Fueron sólo dos noches, pero aparte de la cena con los compañeros de Despojix lo único que hice fue beber o tener resaca.

Después de eso, me volví a Osna, acabé de hacer cajas y al día siguiente cogí un avión a Málaga. Los planes eran estar una semana con mis padres en su piso de la playa. Pero los planes están para romperlos. Cuando en abril me dijeron "Gracias por participar, pero no tenemos dinero para pagarte" y finalmente entendí que lo que querían decir no era "no pasa nada, te hemos buscado otra escuela" sino "chaval, búscate las habichuelas porque estamos en números rojos, igual que todos nuestros amigos" me puse a mandar curriculums a España sin mucho éxito, la verdad. Y allí estaba yo en la playa, tostándome al sol del Rincón de la Victoria, sin pensar mucho en abril porque me he venido a España ya con nueva escuela, nuevo piso y nueva ciudad, cuando me llamaron de un colegio de Madrid para ir a hacer una entrevista. La verdad es que interés lo que se dice interés no tenía mucho, pero al menos así me partía la semana y era la excusa perfecta para coger un tren (que llevaba ya dos días sin coger ninguno y tenía mono), hacer una entrevista de trabajo en España (mi primera entrevista de trabajo para un curro en España) y visitar al capital del reino. En resumen, la entrevista no dio sus frutos (lo cual me deja más bien frío) y estuve una noche de fiesta con Carabanchelero sin esperármelo (algo bueno tenía que tener).

Y por ahora, así pasa el verano, sin más pena que gloria, traduciendo para el máster de traducción que estoy haciendo y que estoy a punto de acabar y en el campo, huyendo del calor como puedo, y jugando con mis sobrinos mientras los tengo cerca. Eso sí, ahora que ya no tengo que traducir más, a ver si puedo leer todo lo que quiero o al menos los dos libros que me he traído de Alemania para estas semanillas. Que ya sé que dos libros son una miseria, pero los tengo enquistados y quiero ver si me los acabo de una vez.