miércoles, 27 de febrero de 2013

Mari Carmen España


Hoy es el Día de Andalucía, pero como me produce sentimientos contrapuestos y tengo otra cosa que celebrar, mejor hablo de otra cosa.

Lo que tengo que celebrar es que después de pasar 59 días desde que empezó el año hoy he visto la primera película desde mis objetivos 2013. Aunque estoy en racha y lo mismo este viernes voy al cine y todo. La película no es una película, sino un documental, pero me vale.

El caso es que el lunes que viene le pongo el último examen a la clase 13 y como después de Semana Santa ya no tienen más clases, entre el examen y las vacaciones vamos a ver una película. La única película que hay en el instituto es Mari Carmen España, un documental de 50 minutos de los suecos Martin Jönsson y Pontus Hjorthén sobre las fosas comunes de la Guerra Civil Española. Puesto que es un documental y que es un tema que no hemos dado en clase, decidí verlo antes de ponérselo a los alumnos.

¿Por qué no se lo voy a poner a los alumnos? Para entender el documental hay que tener un ligero conocimiento de la historia de España. No hace falta ser licenciado en Historia, pero sí haber estudiado Bachillerato (o al menos Secundaria) en España para conocer un poco el desarrollo de la Guerra Civil y la Dictadura. Mis alumnos no tienen ni idea del tema.

Además, para que el documental te guste, no sólo tienes que conocer el tema, te tiene que interesar bastante porque tiene un ritmo muy lento y la música deja bastante que desear. Eso sí, si no has vivido en España los últimos diez años y te interesa el tema de la Guerra Civil, sobre todo si eres extranjero, puede ser una buena opción para informarte sobre un tema que no es muy conocido más allá de nuestras fronteras, como son las fosas comunes y la  Ley de Memoria Histórica.

Como todos los documentales de la Guerra Civil y la Dictadura tiene una perspectiva concreta; así que a quienes le interese el tema le aconsejo que además de este documental, también vea más documentales relacionados con el tema.

Mi recomendación, si te interesa el tema de la Guerra Civil, la Dictadura y su influencia en la sociedad española actual, velo. Pero si no, serán 50 minutos que puedes dedicara  a otra cosa.

martes, 26 de febrero de 2013

Variaciones sobre el soneto CXXVI

Hace apenas mes y medio que escribí la entrada de la granja escuerta y ya estoy dejando de nuevo que mis alumnas escriban mis entradas por mí. Pero esta vez es por motivos muy diferentes. Nos gusta compartir las barbaridades que escriben nuestros alumnos más que las cosas que escriben bien. Seamos sinceros, son más divertidas. Pero de vez en cuando nos sorprenden escribiendo poesía en español cuando no hace ni tres años que empezaron a aprender el idioma, y eso también es para compartirlo.

El caso es que uno de los temas que el ministerio nos obliga a dar es el tema de los jóvenes en España (cuando yo era auxiliar de conversación, ya estaba ese tema y se tiraban mes y medio hablando del botellón) y uno de los subtemas que proponen es "amistad y primer amor, solidaridad, tolerancia". Así que ni corto ni perezoso, me lié la manta a la cabeza y les di un soneto de Lope de Vega:

Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso:

  no hallar fuera del bien centro y reposo,        5
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso:

  huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor süave,                      10
olvidar el provecho, amar el daño:

  creer que el cielo en un infierno cabe;
dar la vida y el alma a un desengaño,
¡esto es amor! quien lo probó lo sabe.

La tarea final después de leer el poema era que explicaran con sus propias palabras siguiendo el estilo del poeta qué es para ellos el amor y aunque no necesitaban escribir en verso, algunas chicas lo hicieron, con resultados de diversa índole (versiones corregidas).

Julia
Hay cientos de días horrorosos durante el año,
pero vivo a gusto cada día,
mientras pueda venir a ti, a casa, por la tarde.

Kristin
El amor es como el cielo ~
mágico, sin límites y abierto
El amor da un sentido a la vida,
haciéndola más alegre y...

Hannah
Llevarse bien, pelear, aplazar el encuentro,
reír, llorar, estar solo, estar juntos,
decir todo y callar todo,
el amor da alas, ayuda ser realista

Celina
El amor es rojo,
rojo como el corazón y rojo como la sangre
conoce perdedores, pero no ganadores
no conoce las reglas pero tiene ideales.
El amor es una emoción sin razón,
no necesita una razón pero es la razón para vivir.

Silva
El amor viene silencioso,
común, lento, como una enfermedad.
Y cuando se va, se va con una explosión
y lo que queda es el vacío.

Los que conocen el amor lo saben,
saben cómo pueden disfrutar del amor,
saben cómo el amor puede doler,
y a pesar de todo ayuda el dolor.

El físico no hace el amor más fácil,
el físico es importante para muchas personas,
no obstante no es una marca del amor
sino que el físico se mantiene totalmente físico y no es un sentimiento.

El amor tiene que mantenerse siempre un poco bestial,
un poco maravilloso, un poco emocional,
el amor es una emoción que nadie comprende.

A lo mejor las poesías no son más que el producto de adolescentes hormonadas como las que hay en cualquier instituto (y como en vuestro día fuisteis quienes me leéis), pero lo importante con lo que yo me quedo, es que esto lo ha escrito gente que hace 30 meses no sabían decir ni siquiera cómo se llamaban. Lo que más me flipa es que le puedo estar dando clase a la próxima Ingeborg Bachmann.

lunes, 25 de febrero de 2013

El asedio

Este fin de semana ha sido el último de febrero y con él ha terminado la sucesión más larga de fines de semana en España desde que vivo en Alemania. Me he ido a la despedida de soltero de uno de mis mejores amigos y como en todas las buenas despedidas hay cosas que se pueden contar y cosas que no. Por ejemplo puedo contar que ha sido en Granada.
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Como la entrada se me ha quedado un poco corta mejor comento un libro.

En el avión a España por fin me pude terminar el libro que empecé en el viaje a la boda a Madrid a principios de mes. Y no es otro que El asedio de Arturo Pérez-Reverte. Es un libro que tenía bastantes ganas de leer por varias razones. Es de Pérez-Reverte, que me gusta como escritor (aunque no siempre, pero sí en general); está ambientada en Cádiz, que me gusta (sobre todo en carnavales... que es la única vez que he estado) y es una novela histórica, ambientada en la Guerra de la Independencia contra Francia.

En el libro hay dos historias que se entrelazan sólo al final y de una forma que a mí me pareció metida un poco con calzador. Por un lado hay un asesino en serie y el policía que intenta pillarlo y por otro está la historia de la propietaria de una empresa naviera y el capitán de un barco de esa empresa. De fondo están el asedio de Cádiz por parte del ejército francés y un espía quintacolumnista que está (demasiado) claro desde el primer momento a cual de las dos historias principales pertenece.

Como empecé a leer cuando ya había empezado a escribir comentarios de libros me fijé en detalles que de otra forma no habría fijado. El tiempo de la narración es el presente y eso a mí me dejó todo loco; si no os habíais fijado antes, coged la novela que tengáis más a mano y mirad cual es el tiempo de la narración (relatos cortos no, pero 790 páginas hacen que esté bastante lejos de ser un relato corto). Este aspecto no me ha gustado demasiado.

Aunque el narrador es en tercera persona, la novela se construye sobre los puntos de vista de seis personajes y dependiendo del punto de vista dominante cambia el lenguaje, no sólo de los diálogos (evidentemente) sino de la narración misma. De esto no me di cuenta al principio, sino al fijarme en detalles para escribir esta entrada. Asumir el punto de vista de un personaje y no un punto de vista neutro da la impresión de que el narrador no es un narrador en tercera persona, si no en primera persona, y además variar el lenguaje dependiendo del punto de vista, lo refuerza. Este aspecto me ha gustado bastante.

Algo que no me ha gustado nada es que tenía la sensación de haber leído ya antes algunas partes de la novela, no en libros de otro autor, sino en los artículos de Pérez-Reverte. Pero sobre todo lo que menos me ha gustado es que se pasa la pistola de Chejov por el forro. La teoría de la pistola de Chejov dice que si en el primer acto de una obra de teatro aparece una pistola, esa pistola, luego tiene que dispararla algún personaje, es decir que en una obra literaria no puede sobrar ninguna escena, todo tiene que venir de algún sitio y llevar a algún sitio, y en esta novela hay varias escenas que si se suprimen no pasa absolutamente nada. Además hay personajes que se presentan de forma que parezca tan evidente lo que se supone que después serán, que cualquiera puede ver que al final van a tirar por otro lado. Ah, y yo (que normalmente estoy muy empanado) descubrí al asesino la segunda vez que aparece en el libro, lo cual tampoco le da mucho puntos a Pérez-Reverte como escritor de novelas policíacas.

Cuando de una novela lo que destaca es el uso del lenguaje, es igual que cuando de una película lo que destaca es que tiene muy buena fotografía.

No me ha disgustado leérmela, pero Arturo Pérez-Reverte tiene libros mejores. Si te gusta Pérez-Reverte, leetela, pero si tienes una pila de libros por leer como tengo yo, no tiene que estar entre los primeros, puedes dejarla para esas tardes de verano en las que se puede leer sin prestar demasiada atención.

miércoles, 20 de febrero de 2013

Mejor Manolo

He estado diez días en Barcelona y alrededores con 14 alumnas. No he parado ni un momento, y respecto a lecturas sólo esperaba acabarme el libro que me empecé camino a la boda de Madrid, pero como me quedaba (y me sigue quedando) muy poco, decidí meter otros dos más en la mochila por si acaso. Sí, soy un ansias. Y por supuesto el libro que me quería terminar me lo dejé en Osnabrück (lo bueno, es que eso fue lo único que se me olvidó). Así que tuve que empezarme Mejor Manolo de Elvira Lindo.

Tengo que empezar diciendo que no me he leído ningún libro de Manolito Gafotas, así que empezar por el octavo libro de la serie no parecía en principio muy buena idea. Pero me lo regaló el amigo invisible por Reyes y era lo único que tenía a mano en el avión en ese momento, así que me puse a leer. Lo cierto es que me habían hablado muy bien de los libros, pero me daba bastante pereza ponerme a leer libros de niños. Craso error. Por cierto, la editorial de Manolito Gafotas en Alemania es Reclam, y la Reclam no es cualquier editorial.

Por lo que he podido deducir, la historia se sitúa unos cuatro años después del libro anterior, así que quienes hayan leído los otros libros ya conocen a los personajes; yo no los conocía... ni falta que me ha hecho. Me leí el libro casi entero durante el primer vuelo, engancha bastante para ser una historia tan simple. Pero lo mejor de todo no es la historia, sino como está escrito.

Me he reído tanto leyéndome el libro que todas las alumnas se giraron en algún en algún momento a mirar lo que me pasaba de las carcajadas que estaba dando. Es un humor tan de andar por casa que sorprende; es como esas conversaciones absurdas que tienes mientras comes con tu familia y al final tu hermana se acaba riendo tan fuerte que le falta el aliento o como cuando yendo por la calle le cuentas a un amigo cualquier tontería que te haya pasado y al final os tenéis que parar porque os dobláis de la risa. 

Si os recomendaba leer El señor de las moscas porque es un clásico y hay libros que hay que leer, Mejor Manolo os lo recomiendo porque me ha encantado, me he reído muchísimo e incluso las partes en las que otra autora podía caer en la ñoñería (aunque eso en Carabanchel alto es difícil), con Elvira Lindo te acabas partiendo de la risa. Vamos, que si ya tenía cinco libros para leer (más los tres que me he comprado en Barcelona), acaban de añadirse otros siete más a la lista.

Ah, y en Barcelona bien, pero ya hablaré otro día, si me acuerdo.

sábado, 9 de febrero de 2013

Nos vemos en 10 días (o más)

Cuando me fui a la boda me tragué unas 17 horas de viaje entre la ida, la vuelta y las esperas en los aeropuertos y estaciones. Como lo veía venir y recién me había terminado dos libros, decidí leerme otro más... pero no lo conseguí, y es que casi 800 páginas, aunque estén escritas en tu propio idioma, requieren su tiempo. He intentado acabarme el libro esta semana para dejar escrita la entrada antes de irme de viaje, pero tampoco lo he conseguido. Y es que no es lo mismo estar leyendo en un tren sin otra cosa en la que pensar, que estar leyendo mientras piensas en la clase que tienes que dar mañana, en que te quedan alrededor de cinco horas para que suene el despertador, en que tienes que comprar comida (pero no demasiada, que se te va a poner mala) y en más cosas. Así que esa entrada tendrá que esperar.

Mañana es domingo y me voy de viaje con un grupo de catorce alumnas (sí, todas chicas) y una profesora que no habla ni una palabra de español (las chicas me gusta pensar que sí, es mi trabajo que lo hablen). Nunca he ido de profesor responsable, y siempre que he ido de viaje con alumnos ha sido bajarnos del avión, entregárselos a las familias del intercambio e irme de bares con los profesores del colegio con el que teníamos el intercambio. En parte este viaje va a ser así, pero hasta el martes estaremos por nuestra cuenta en Barcelona, donde nunca he estado. Decir que estoy nervioso es poco, pero conociéndolas espero que habrá ningún problema.
Bocadillo de viaje versión afra

Y ya por último una fotillo. Cuando una persona normal se va de viaje, se hace un bocata para el camino, si sabe que va a ser largo. Pero a estas alturas, y con diez entradas culinarias, creo que ya sabíais que hacerme un bocata para el viaje no va conmigo ¿verdad?

PD: Sigue sin haber entradas cinematográficas, porque sigo sin haber visto ningún largometraje.

jueves, 7 de febrero de 2013

Boda

Por si no os habíais dado cuenta ya ha empezado febrero, mes de Andalucía (por aquello del 28-F), mes del carnaval y mes de se-me-cae-la-casa-encima-y-no-me-pilla-dentro, bueno, en realidad todos los meses son un poco así, pero éste especialmente. Si ya es corto de por sí (que 28 días se pasan volando), yo encima aprovecho y desaparezco. Es como estar de vacaciones, pero trabajando. El mes empezó con unas vacaciones de mentirijilla y yo lo empecé por todo lo alto, es decir, yéndome de boda/reencuentro Erasmus a Madrid. Viernes: Osna-Ámsterdam-Madrid; sábado: Boda; domingo: Madrid-Ámsterdam-Osna; lunes: a las 6:10 en planta, como cada día.

Pero lo que me queda por delante es de órdago. Este domingo me voy a Barcelona con 14 alumnas y una profe que no habla ni una palabra de español, estamos por la zona hasta el martes 19, y el viernes de esa semana me voy a Granada de despedida de soltero, vuelvo el domingo y el lunes, de nuevo a las 6:10 en planta. No me gusta la fiesta... ni ná.

Pero ¿cómo fue la boda? Pues como todas las bodas a las que he ido: de puta madre. Hacía fresquete, fue en el centro de Madrid, y lo importante, volví a ver a gran parte de mi núcleo duro de Berlín. Uno ya tiene una niña, otra se nos ha casado (la de la boda, obviamente), dos están a punto de acabar el MIR y ver qué hacen con su vida, otra es funcionaria de la UE y vive en Luxemburgo, a otro les seguís más o menos la pista en este blog.

Fue como si no hubieran pasado casi siete años desde esto. Algunos tenemos más kilos, menos pelo y barba (que entonces sólo había perilla), pero parecía que el tiempo se hubiera detenido. Después de la boda, la comida y la barra libre (con su baile correspondiente) y nosotros hasta el final que ya se fue el DJ y nos echaron, dejamos a la ya señora casada con sus amigos de toda la vida y nos fuimos a un bar, donde había gente que algunos conocimos en ese mismo momento, y de allí a otro, muy pequeño, sin muchas luces, en el que las fotos salen rojas, con un DJ en el que nos regalaron chapas con la cerveza. Todo como muy berlinés, pero sin Berlín. Y ahora pensando me doy cuenta de por qué. Para nadie que haya vivido en Berlín, el Dog & Roll es berlinés, es más, si yo lo hubiera descubierto otro día, tampoco lo sería para mí, pero mi Berlín está hecho de recuerdos (ya incluso he descartado la idea de intentar volver a vivir allí alguna vez, si alguna vez ocurre será una casualidad del destino), este fin de semana esos recuerdos han vuelto a la vida en Madrid.

domingo, 3 de febrero de 2013

Der Genitiv ist dem Streber sein Sex






¿Otro libro? ¿En tan poco tiempo? Además, ¿tú no estabas de boda?.
Sí, otro libro. Voy leyendo varios libros a la vez, la única regla que sigo es que no estén escritos en el mismo idioma, porque además en cada idioma leo a un ritmo diferente y temáticas distintas. Lo cierto es que éste y El señor de las moscas me los he acabado prácticamente a la vez. Y como además de leer, también sé programar las entradas, cuando ésta se publique yo estaré todo resacoso en Madrid pensando que mañana me tengo que levantar a las 6:10 de la mañana. Y la he programado porque no me hace gracia publicar dos entradas tan parecidas con tan poca diferencia. 

Tengo una buena noticia para los traductores de libros
alemanes al español. No creo que este libro se vaya a traducir en la vida, y menos mal porque ese título no hay forma humana de traducirlo. El significado literal es "El genitivo es el sexo de los empollones", pero en español no tiene sentido ni gracia y quienes no conozcan el fenómeno literario que fue Der Genitiv ist dem Dativ sein Tod pensarán que el autor no tiene ni idea de su propio idioma.

La mayoría de quienes leéis este blog no habláis alemán, y quienes lo hacéis dudo mucho que os vayáis a leer este libro, pero uno de mis objetivos de año nuevo fue hacer una reseña de cada libro que lea y cada película que vea este año y así lo haré (efectivamente, aún no he visto ningún largometraje desde que volví a Alemania después de las navidades). 

El autor es un monologuista alemán (inciso: me alegra que cuando veo algún monólogo suyo en el youtube le entiendo, me inquieta que entiendo el humor alemán, me acojona que incluso me hace gracia) y el libro son minimonólogos de tres o cuatro páginas. Además ha sacado un segundo libro, del que podéis leer algunos capítulos aquí y aquí. El libro me ha gustado mucho, me he reído un montón (más que con los monólogos en vídeo), tanto que más de una vez se me han quedado mirando en el tren. Pero mejor es que juzguéis por vosotros mismos y leáis algunos capítulos en la página de la editorial aquí

Cuando leo en alemán me cuesta muchísimo mantener la atención más de quince minutos, por eso no soy capaz de leerme un periódico del tirón, creo que el éxito de haberme terminado el libro se debe precisamente a que las historias no son más largas de cuatro páginas (bueno, eso y lo que me he reído).

viernes, 1 de febrero de 2013

El señor de las moscas

Me lo he leído en inglés y en una edición que no es la correcta. De hecho es una edición adpatada, pero no lo sabía cuando lo cogí de la biblioteca del instituto, me enteré cuando en la página del copyright leí la siguiente frase:
This abbreviated but unaltered edition was arused and approved by William Golding. Those phrases which had to be added by the editor are printed in italics. Omissions are marked by three points.
Elegí leermelo por varias razones, pero la principal es que es un clásico, uno de esos libros que uno tiene que leerse sí o sí, forma parte del canon de la literatura occidental de nuestro tiempo. Además cuando lo vi en la biblioteca y vi que era mucho más fino de lo que me esperaba (claro, es una edición recortada) no lo dudé ni un momento.

Tengo que decir que el hecho de haberlo leído casi íntegramente en el tren y en inglés (la única literatura que he leído en inglés el último año tenía que ver con Lannisters, Starks y Targaryens) ha condicionado mucho muchísimo la forma de entender el libro y la atención que le he prestado, por lo que se me han perdido muchos detalles.

La historia es bien conocida: un avión se estrella y sólo sobreviven los niños, que llegan a una isla deshabitada. Y a partir de ahí empieza el libro. En ningún momento he dejado de pensar en el capítulo de Los Simpson que lo homenajea e incluso algunas descripciones me traían a la mente a los preescolares de la banda del patio.
Lo que me ha dejado loquísimo es la forma de hablar de algunos personajes, que seguro que retratan algún dialecto o quiere expresar que los chicos no son de clase media precisamente, por ejemplo "we was scared"; pero a mí simplemente me parecía rarísimo y sólo podía pensar en corregirlo.  Lo que menos me ha gustado es el final. SPOILER. No me ha disgustado por cómo acaba, sino por ese final Deus ex machina en plan "y los niños fueron rescatados por... digamos Moe". Sinceramente me esperaba algo mejor. FIN DEL SPOILER.

Mi recomendación, leedlo. Si fue uno de los libros que más intentaron prohibir en las bibliotecas escolares en EEUU en la última década del siglo XX (68 en el ránking de la Asociación estadounidense de bibliotecas) posiblemente sea porque choca de pleno con esa disneyficación (como la llama Morti) de la sociedad estadounidense. La primera década del siglo XXI el libro que más intentaron prohibir en las bibliotecas escolares estadounidenses fue (redoble de tambores): La serie de libros de Harry Potter; no me preguntéis por qué, pero es verdad.

El señor de las moscas es una novela que me produjo la misma sensación que la película Das Experiment ¿No sabéis de qué va Das Experiment? Pues bajaosla de internet sacadla de la biblioteca, que además sale Moritz Bleibtreu. Y ya que estáis en la biblioteca, de paso sacad El señor de las moscas y leedlo.