viernes, 27 de febrero de 2009

Propósito de Año Nuevo con dos meses de retraso

Me preguntaba por qué la gente ya no firma en las entradas y entonces decidí cambiar el punto de vista (a veces es bueno ¿sabes?) y pensar como mis lectores (o no-lectores). Me dí cuenta que mi s entradas son horriblemente largas y que a menos que estés dentro de mi cabeza es normal que no te gusten/no las entiendas/¿te aburran? y al cabo de un teimpo dejes de leerlas, por eso llegué a la conclusión de que la gente dejó de leer el blog.

Bueno, y no sólo eso. También es verdad que puedo hablar de más cosas, no sólo de lo que hago (como por ejemplo que mañana me voy a Amsterdam).

Así que mi propósito de Mes Nuevo es escribir entradas algo más cortas y que no sean monólogos interiores (bueno y no comerme palabras cuando escribo... pero no prometo nada).

Y de la variedad de temas... otro día hablamos

martes, 24 de febrero de 2009

Se acabó el carnaval

Pues eso, que ya estamos a martes de carnaval y aunque hoy todavía sea fiesta no voy a hacer nada especial. Así que ya puedo hablaros del (no tan) increíble Carnaval de Colonia famoso en el mundo entero (como la sidra el Gaitero). En breve: ¿merece la pena? sí, pero...(ahora explico ese "pero") ¿se merece la fama? ni de coña. Y ahora en no tan breve:

El jueves, como cada jueves, fuí a trabajar y, como NO cada jueves, a las 11:11 de la mañana (los alemanes siempre tan tradicionales y SOBRE TODO puntuales) las alumnas intentaron pintarme la cara con rotuladores porque era carnaval, pero como no lo consiguieron pues empezaron a pintarse entre ellas (no es que si me hubieran pintado la cara, ellas no se la habrían pintado) y 9 minutos después acabó la clase y empezó mi puente de carnaval. Así que nada, allí dejé a todos mis compañeros en la sala de profesores y yo me vine a cas a ponerme mi disfraz de Peter Pan hecho con papel pinocho (¿os tengo que recordar que mi madre es maestra de parvulitos? y digo es porque aunque esté jubilada, siempre será maestra de parvulitos) y puse rumbo a Colonia Sur, donde me esperaban María, Gabin y un amigo suyo alemán de cuyo nombre no me acuerdo pero gracias al que descubrí el Feigling, que definió la tarde... bueno, el Feigling, la ceveza a 1 euro y el Jägermeister. Pues eso, que después de llegar a la estación de Colonia Sur, estuvimos en la calle bebiendo un poco y conociendo a gente de lo más pintoresca de la que no os voy a hablar porque eran tantos que ya no me acuerdo y porque además era carnaval y la gente iba disfrazada y eran muy personajes como un Mario y un Luigi que eran italianos pero luego resulta que en realidad eran alemanes y hablaban en italiano y en inglés con nosotros (o algo de eso, como he dicho antes el Feigling, la cerveza y el Jägermeister influyeron bastante en el desarrollo del día). Bueno, el caso es que al rato nos fuímos a un pub que había por allí cerca con música Schlager y de carnaval. En ese pub perdí la bufanda, llegué a la conclusión de que la razón de haberla perdido era el karma (al que provoqué en Copenhague) y la volví a encontrar (así que ya me cobrará el karma cierta bufanda amarilla por otro lado). Después de dar mil vueltas y de entrar y salir del pub dos o tres veces, decidí volverme a mi casa; menos mal que iba con María y Gabin, porque teníamos que coger el mismo tren; así que como ellos conocen mejor la ciudad que yo pues nos fuímos a comer algo (a los dos días recrdé que fue una pizza) y a coger el tren. Cogimos el tren, a la media hora ellos dos se bajaron en Düsseldorf y diez minutos después de ellos me tenía que haber bajado yo en Duisburg, pero ¿qué pasa cuándo te levantas temprano para ir a trabajar y sales de trabajr y te tiras de juerga todo el día? Pues que te cansas y ¿qué pasa cuando viajas en una cuna gigante metálica sentado en un sillón blandito y estás cansado? Pues que descansa los ojos un seundo y cuando te quieres dar cuenta te has pasado cuatro paradas de tren y acabas en Dortmund (que está a una media hora de Duisburg en tren).
Bueno, pero eso ¿es un problema? a las dce y cuarto del mediodía la respuesta es: NO PROBLEM, a las doce y cuarto de la madrugada la respuesta es: ¡¡¡¡ME CAGO EN TÓ LO QUE SE MENEA!!!! ¿Adivináis a qué hora me pasó? Bueno, pues eso, un McMenú (sin taza de regalo), un paseo por la plaza de la estación, un dolor de cabeza, un paracetamol (siempre llevo paracetamol en la mochila), una agradable conversación con una pareja de policías y dos horas y media después pude coger el tren de vuelta a casa en el que me encargué de mantener los ojos abiertos hasta llegar a Duisburg, para no acabar en Colonia.

Al día siguiente apenas tenía resaca (el karma me tiene que tener guardada una bien gorda), pero de todas formas estaba hecho polvo, casi no podía salir de mi cuarto de lo cansado que estaba. De ese día (viernes) sólo cabe destacar que por la noche cené con Juliana una fabulosa tortilla de patatas con vino tinto (tampoco bebí mucho) y que decidimos y al día siguiente a Düsseldorf a ver el carnaval en Düsseldorf.

El sábado tocaba conocer el carnaval en Düsseldorf, así que cone sa intención (en principio) pusimos rumbo a la ciudad Juliana, Juan, Daniel y Maria Clara (tres colombianos que viven en nuestra residencia). Nada más llegar, los tres colombianos se fueron por su cuenta y Juliana y yo nos fuímos a explorar el casco antiguo de la ciudad y a ver qué nos encontrábamos del carnaval. No estuvo mal y nos acabamos encontrando con una plaza en la que había gente cantando canciones típicas de carnaval alemán (que no tienen nada que ver con las canciones típicas de carnaval español). Después de eso nos fuímos con los colombianos y unos compañeros de trabajo de Juliana a vivir la exèriencia dela buya en Alemania. Lo pongo así: Imagina que estás el último miércoles de mayo en la portada de la Feria y en la calle del Río ¿hay buya? pues comparado con aquello está vacío. Además hay que recordar que el tamaño medio de los alemanes no es de 4 x 4, sino e 16 x 16, con lo que la gente de media estatura como nosotros acabamos bastante agobiados (hay que decir que yo era el más alto del grupo, así que imaginaos). Y después de eso, los colombianos se volvieron a Duisburg porque están de exámenes y Juliana y yo fuímos a encontrarnos con los otros altinosde Duisburg en un bar de tapas donde había un espectáculo de flamenco y como el que cantaba es de Cádiz, evidentemente acabó cantando chirigotas. Después de eso nos fuímos a bailar salsa. Y aquí tengo que explicaros por qué nunca tenéis que ir a bailar salsa con latinos a un bar alemán:
¿Qué tienen los latinos cuando bailan salsa (o hacen cualquier otra cosa)? Ritmo
¿Qué tienen los alemanes cuando bailan salsa (o hacen cualquier otra cosa)? Una técnica depurada
¿Qué tienen los españoles cuando bailan salsa (...)? Un montón de gañanes al lado que como lo hacen igual de mal, pues se disimula bastante
¿Qué pasa cuando un español baila salsa en un bar alemán de salsa? Que no hay gañanes bailando, sólo latinos con ritmo y alemanes que saben bailar salsa. Así que como al rato de estar allí ya estaba bastante cansado me volví a casa a descanasar y resté bastante atención para no dormirme de nuevo, aunque habría dado igual porque ya eran más de las dos y los trenes desde Dortmund ya funcionaban.

Al día siguiente tocó descansar otra vez y ayer ya fue Rosenmontag, es decir lunes de Carnaval. Por la mañna fuímos a comprar los billetes para Amsterdam (que este finde me voy a Amsterdam ¡¡¡que ganas tengo ya!!!) y después a Colonia con Eugenia (otra Asistente). La cosa fue así:

Los trenes estabn llenos así que tuvimos que ir en el sigueinte al que teníamos previsto (menos mal) y cuando llegamos estab lloviendo y hacía un frío que pelaba, de todas formas el pasacales de carnaval tenía que pasar por delante de la catedral (que está justo al lado de la estación, mira tú que práctico). Pues después de estar mñasde una hora esperando, por allí no pasó nada, ni una carreta, ni una banda ni nada de nada, y ademñas agobiadísimos de tanta gente; así que nos dimos una vuelta y decidimos poner rumbo a Düsseldorf, donde sí que nos encontramos con el pasacalles, que es algo así como una cabalgata de reyes magos, pero con gente disfrazada y algo mñas borracha por as calles.

Y enlazando con el principio, no es la superfiesta de la vida (vamos que no se merece la fama), no se lo pasa uno mal (por lo que SÍ merece la pena), pero si estás en España es mejor cogerse un autobús e irse a Cádiz que cogerse un avión y venirse a Colonia (de ahí el "pero..." del principio), porque además entiendes a la gente cuando habla (si no eres de Despeñaperros p'arriba).

Düsseldorf Hellau, Köln Alaff. Sed felices

lunes, 16 de febrero de 2009

Hexenjagd und Xanten

Después de la entrada de nuestra infancia, el mundo sigue girando y bueno, si queréis ver los vídeos, pues ya sabéis, bajar un poco, pero el blog tiene que seguir andando o como diría Freddy Mercury, bueno, pues eso.

En la entrada de fin de año dije que el 31 de diciembre no significa nada para mí, bueno pues este fin de semana ha sido San Valentín; no es que esa fecha no me diga nada, es que directamente me cae mal, sí ya sé que es raro que un día te caiga mal, oye, pues a mí me cae mal, a lo mejor es porque no tengo quien me muerda la orejilla y me diga cositas por las noches, no lo sé; a lo mejor es igual que lo que pasa entre Córdoba y Sevilla (o entre todas las provincias andaluzas y Sevilla), que nos caen mal porque se lo merecen y punto (con todo mi cariño pa la gente de Sevilla que conozco, que me caen de putísima madre); pues eso que el día de San Valentín se merece caerme mal y por eso me cae mal.

Y ya he hecho mi contribución al boicot internacional contra San Valentín (después de boicotearlo en facebook); así que paso a contar como me ha ido el finde, pa quien quiera saberlo. El viernes no hice nada especial, así que mejor no os aburro (es lo que tiene tener tiempo libre, pero ser el único de tus amigos que lo tiene), en fín que ese día youtube y facebook me lo agradecieron un montón, porque además estaba medio llovizqueando.

El sábado me cogí a Santi (en el sentido no argentino de la palabra, evidentemente) y fuímos a cenar por ahí y luego al teatro a su instituto a ver Hexenjagd (de ahí la primera parte del título), que es Caza de Brujas en español de Arthur Miller. Entonces descubrí que el hecho de que mis alumnos no vocalicen nada cuando hablan, no ocurre sólo en mis clases, es que los niños alemanes no saben alemán, o por lo menos, no saben pronunciarlo bien para que yo me entere. ¡¡¡¡Madre mía!!!! Menos mal que ya sabía de que iba la obra y medio conocía a los personajes, de no ser por eso no me habría enterado de nada. Pero tengo que decir que me gustó bastante y que me acordé un montón de Wheaton, y de mi curso de escritura de obras de teatro y de cuánto me gusta actuar y de que tengo que hacer algo con mi tiempo libre y de que si me vuelvo el año que viene a España no voy a tener tiempo libre, ni trabajo, ni grupo de teatro (aunque de eso, este año tampoco tengo), ni nada de nada, sólo apuntes de oposiciones y una vida aburrida sin viajes ni trenes gratis. Bueno, a lo que iba, que después del teatro fuímos a tomarnos una cerveza y luego cada uno a su casita.

El domingo había gente que todavía estaba celebrando San Valentín (véase María y Soraya) y quien no estaba celebrando pues tenía que trabajar (véase Juliana y Santi); así que me cogí a mí mismo (de nuevo, en el sentido no argentino de la palabra, lo cual habría sido bastante curioso) y me fuí a Xanten (de ahí la segunda parte del título). Xanten es un pueblecito de aquí cerca (45 minutos en tren) que fue colonia romana, sí habéis leído bien, colonia romana, de hecho, la segunda colonia romana más importante de la Germania Inferior; lo cual para los habitantes de la capital de la provincia Bética (todos sabemos cual es, no hace falta repetirlo, como no hace falta falta repetir que también fue la capital del imperio omeya) pues no es muy impresionante; pero bueno, allá que fuí. Xanten tiene una iglesia gótica bastante chula por fuera (porque por dentro está de obras), una casa también gótica que es un restauante, la reconstrucción de algunas casas romanas y el museo romano, y para ya de contar. Vaya, que en una mañana está más que ventilada. Lo curioso fue ver nevar en un poblado romano; para mí que estoy aocstumbrado a relacionar el Imperio Romano con el sol y el calor del Mediterráneo y de Córdoba, estar abrigado hasta arriba en un anfiteatro y que de repente empezara a nevar fue cuanto menos curioso.

Pues bien, a las tres de la tarde ya tenía Xanten para rato, así que decidí poner rumbo a la estación y volver a casa; no sin antes pasar por una cafetería para tomarme un Apfelstrudel y un café con leche.

Y bueno, ese ha sido mi fin de semana, el que viene tocan los Carnavales de Colonia. ya os contaré.

jueves, 12 de febrero de 2009

Que los disfrutéis

Bueno, pues éste en realidad no es una entrada muy larga, lo que sí que es, es una entrada para nostálgicos. Para todos aquellos que recordarán una de las etapas más felices al pinchar en los enlaces. Para todos aquellos para los que, como en mi caso, el hecho de haber nacido algunos años tarde no es ningún impedimento para saber quien decía "¡Puños fuera!", o quienes son Gallofa y la Bruja Avería, para todos aquellos que alguna vez se emocionaron cuando David y Lisa se convirtieron en árbol.

Y ¿por qué ahora? Porque llega una nueva generación y alguien tendrá que educarlos en condiciones ¿no creéis?

Sed felices y recordad que ¡no nos moverán!

lunes, 9 de febrero de 2009

Mi sobri

Bueno, pues hay nuevas noticias del nuevo Rísquez, y es que va a ser unA nuevA Rísquez, y por supuesto, siguiendo la tradición de la familia se va a llamar comosu madre, que para algo la va a llevar nueve meses (y aguantar el resto de su vida, jejeje). Así que pa este verano habrá otra Angelilla en el mundo

domingo, 8 de febrero de 2009

Fuí a tomarme una cerveza y me liaron

Este fin de semana era uno de esos cuatro que no tengo previsto irme de viaje, de todas formas estuvimos medio organizando ir y volver en le día a Venlo o Maastrich, pero María (una Auxiliar que está en Düsseldorf) tenía laringitis y no fuímos, de todas formas tampoco me he quedado encerrado en casa... pero mejor empezamos por el principio.

Viernes: Temperaturas por encima de diez grados, no hay nubes, día más que soleado, dejo el abrigo en casa y me pongo una simple cazadorilla, me dejo también en casa, el gorro, los guantes y los calzones hasta los tobillos... ¿será posible que esté aquí?, ¿es cierto que ya ha llegado?, nunca (excepto los otros dos años que he vivido fuera de Córdoba) me alegré tanto de que llegara la primavera. Así que aprovecho el día y me voy a comer a Krefeld con Santi, a ver también a Thomas, y en el tren dos sorpresas inesperadas: vuelvo a ver a Thomas en la estación (este chico tiene la alegría y a expresividad de un gato de escayola, pero nos cae bien) y además me encuentro con Eugenia (que, al contrario que yo, tiene las ideas claras para el año que viene). Luego por la noche, voy al chino de cerca de la Uni con Juliana y una compañera suya del laboratorio, nos ponemos hasta el culo de comer, todo estaba buenísimo, y nos lo pasamos muy bien. Entre medias de todo esto hice más cosas (me compré el libro del examen de alemán de mayo, empecé a estudiar inglés para el examen de 5º de la EOI, etc., pero mejor no os aburro con eso).

Sábado: Sigue el sol, el calor, no hay nubes... ¡¡¡MENTIRA!!! Hace un frío del carajo, está lloviendo y al contrario de lo que yo pensaba, todavía le queda bastante a la primavera. Pero inconscientemente yo ya lo sabía; así que inconscientemente decidí no madrugar, total ¿para qué?
¿Planes para ese día? Como ya no me iba a Holanda, mis planes eran quedarme encerrado en mi cuarto viendo llover, leyendo, estudiando y preparando clases... menos mal que un SMS me salvó el sábado. El caso es que al final quedé con María (recuperada de su laringitis gracias a unos caramelos mágicos que curan la laringitis, la gripe y la diarrea... parece de de broma, pero es en serio), para ir a tomarnos una cerveza (de ahí la primera parte del título) con unos amigos suyos que estaban patinando sobre hielo. Salí de mi casa a las 17:15 (dato relativamente importante). Fuímos a donde estaban sus amigos patinando sobre hielo y como había que pagar por entrar perono queríamos patinar le preguntamos al de la puerta que si nos dejaba entrar un ratito sin pagar, sólo ara hablar con ellos, el caso es que de mala gana, pero nos dejó y ¿qué pasó luego?, pues que nos liaron (de ahí y lo que vino después la sefunda parte del título) y al final decidimos entrar a patinar (aunque quienes me conocéis, ya sabéis que para liarme no hay que trabajar demasiado); pero como sólo quedaban 45 minutos para que cerraran, le preguntamos al de la puerta que si nos hacía alguna rebaja (necesitábamos comprar una entrada para que nos dieran patines) y su reacción fue preguntarnos: "Ihr seid Spanier, oder?" (¿españoles, verdad?), reírse y cobrarnos casi la mitad.
Después de patinar acabamos reventados, así como para irnos a casita a descansar, pero permitidme una pregunta: si vosotros estuvierais en un país que no es el vuestro (o incluso en vustro país), un sábado por la noche y tuviérais dos opciones: salir de marcha por Düsseldorf o volved a vuestra aburrida habitación en la aburrida Duisburg ¿qué haríais por muy reventados que estuvieráis? Pues bien, yo me volví a mi cuarto... ¡¡¡¡¡¡ESO NO SE LO SE CREE NI PIRRI!!!!!!
Después de patinar María, Vicente (su amigo) y yo nos fuímos al cerdo a tomarnos un codillo (el cerdo en un bareto/restaurante de Düsseldorf) y luego a comprar el botellón (dos cervezas en mi caso) y a casa de Vicente a tomarnoslo. Cuando llegaron los amigos de Vicente (con los que patinamos y otros dos más), estuvimos jugando a UNO mientras bebíamos.
Entonces pusimos rumbo al centro, a donde están los bares/pubs/etc... bueno, digo pusimos pusimos rumbo hacía allí, pero por un malentendido yo pensaba que estábamos andando hacia la estación (un malentendido que, por otro lado, tampoco me supuso una gran pena). Íbamos a ir a una discoteca, donde estaba alguien que Vicente concía, pero como algunos se tenían que or temprano y había que pagar, nos metimos antes en un pub en el que no había que pagar, para quedarnos un ratillo y cuando ellos se fueran, irnos a la discoteca (¡¡y menos mal que lo hicimos!!). El pub estaba hasta la bola, la gente no paraba de restregarse, no porque que quisieran (aunque a lo mejor también), sino porque no había sitio y la música era genial (tipo Buhardilla, Long Rock, etc, pero casi sin clásicos españoles), me encantó.
Una de las que se tenían que ir, pidió Dirty Dancing... ¡¡y la tenían!! El caso es que se fueron y Vicente y sus otros dos amigos se fueron a la discoteca... María y yo nos quedamos (en principio sólo para un ratito) y estado allí llegó un "cojo" que era el que más marcha tenía de todo el pub, con unas amigas un poco cabronas que en vez de colgar sus abrigos en las perchas, los colocaron en la pierna que el muchacho tenía apoyada en la muleta (en verdad no estaba cojo, sólo que llevaba muleta y tendría una pierna escaylada o algo así), yo creo que era por eso (por las amigas cabronas) por lo que cuando bailaba ponía esas caras tan extrañas de (según María) película porno de los años setenta.
Al rato de estar los dos allí, volvieron los que estaban en la discoteca, porque por lo visto estaba muy llena y la música era peor (si es que en los pubs de entrada gratis con música todo son ventajas). Bueno, pues pues estando allí, María tuvo la genial idea de preguntarle a una rubia "Willst du Schnitzel mit diese Freund von mir?" Bueno, pues al final he de decir que no hubo Scnitzel por ningún lado (de todas formas el Freund, no era yo, sino Vicente, así que tampoco hay nada que contar). Al rato nos pusieron Dirty Dancing, tres horas después de que los primeros se hubieran ido (entre los que estaba la que la pidió). Cuando ya estab casi por irme, con el jersey en la mano a punto de ponermelo, nos pusieron... ¡¡ENTRE DOS TIERRAS!!, así que nada, otra media hora allí pegando botes y el cojo (que resulta que era francés) se la sabía de memoria (aunque no fue tan surrealista como ver a una pareja de checos cantando de memoria y sin equivocarse "Legalización" de SKA-P).

Bueno, el caso es que al rato ya sí que nos fuímos y al final llegué a mi casa casi a las seis de la mañana (más de doce horas después), y eso que salí a tomarme una cervecilla. Si queréis un consejo, dejad que os líen, porque es como mejor se lo pasa uno.

Como diría el Sargento Esterhaus en "Canción triste de Hill Street": Tengan cuidado ahí fuera...
... o mejor aún, no lo tengáis, se lo pasa uno mejor.

martes, 3 de febrero de 2009

La agotadora vida de un FSA

Por fín hoy me he levantado de MI cama a las 11 de la mañana por primera vez desde que acabaron las vacaciones de Navidad, y creo que va a pasar bastante tiempo hasta que pueda volver a hacerlo. Pues bien el caso es que hoy no he ido a trabajar porque los profesores del instituo tenía una Fortbildung (que traducido MUY libremente es algo así como unas jornadas de formación y perfeccionamiento) y ¿para qué? pues yo os lo explico. Resulta que mi instituo está abierto casi todo el día (y yo voy sólo trece horas a la semana), entonces lo que querían ver es qué van a hacer para que los alumnos que se quedan en el centro en horas no lectivas se desarrollen el máximo posible a todos los niveles (emocional, psicoafectivo, intelectual, físico, etc.), Anja me dijo que yo podía ir y me podría servir como ejercicio lingüístico (es decir, para mejorar mi paupérrimo alemán); pero es que hoy tenía que poner una lavadora, pagar la residencia, vamos que tengo que hacer un montón de cosas (entre otras levantarme a las once, como ya he dicho).
Y conectando de nuevo con el principio de la entrada ¿por qué va a pasar bastante tiempo antes de que me vuelva a levantar a las once de la mañana de MI cama? Pues porque como ya sabéis mi propósito encubierto de Año Nuevo fue viajar más (en realidad no fue ningún propósito es que ha ido saliendo así), así que de aquí hasta el 20 de abril tengo cuatro fines de semana en los que (por ahora) NO tengo ningún viaje previsto, así que si durante el Adviento el blog fue algo monotemático (Weihnachtsmarkt), de aquí a finales de abril el título del blog va a cobrar más sentido que nunca.
Y ahora lo que todos estábais esperando: Copenhague. El viaje de ida fue bastante incómodo, quienes hayáis hecho el Interrail sabréis lo que es dormir en un tren, pero no en la cama de un tren, sino en un compartimento de asientos; pues como yo nunca me ido de Interrail, no lo sabía y es un coñazo, sobre todo cuando te despiertan en la frontera para pedirte el pasaporte y una yankee pregunta indignadísima que si ella incluso siendo gringa tenía que enseñarlo (pues claro tía, si yo que soy de la UE tengo que enseñarlo, tú más todavía) o cuando al rumano que también iba en el compartimento le hicieron contar hasta diez en rumano y le preguntaron que por qué iba a Dinamarca (nota aclaratoria: Rumanía TAMBIÉN es de la UE). Bueno, el caso es que al final llegamos a Copenhague, nos recogío Guille (el amigo de Santi en cuya casa nos quedamos), soltamos las cosas en su casa y nos fuímos a visitar la fábrica de Carlsberg. La fábrica en sí no deja de ser una fábrica tan aburrida o menos que las de Duisburg, pero lo mejor viene al final, con la entrada te incluían dos cervezas y teniendo en cuenta que apenas habíamos comido nada, pues ya empezamos bien la tarde.
Por la noche recordé lo que eran las noches Erasmus, hicimos fiesta en el piso de Guille con tropecientasmil personas (bueno, en realidad sólo fuimos unos dieciocho) y después nos fuímos a una discoteca donde acabamos llevándonos el decorado, que eran huesos de papel y tumbas de cartón, y nos acostamos por la mañana (¡¡¡qué tiempos aquellos en que así eran todos mis fines de semana!!!). Al día siguiente (más bien, a la tarde suiguiente), después de comer y ducharnos nos fuímos a ver el centro de la ciudad, la plaza del ayuntamiento, el puerto, etc. Copenhage es una ciudad chulísima, además casi toda esa parte era peatonal, así que mejor todavía; después fuimos a ver Christiania, que (para quien no lo sepa) es algo así como un estado dentro de Copenhague, algo parecido a una comuna hippie que se rige por sus propias normas y donde no entra la policía danesa. Por la noche nos quedamos en el piso con los compañeros de Guille y agregados (como en buen piso de estudiantes, estábamos tres habitantes del piso y cinco agregados), tomando cerveza, charlando y viendo vídeos del youtube (hay que aclarar que estábamos echos polvo y que al día siguiente nos queríamos levantar retemprano... a las 10 de la mañana).
Lamentablemente no conseguimos nuestro objetivo de levantarnos temprano. Bueno, pues el caso es que fuímos a ver la sirenita [aunque ya lo sospechaba, lo he confirmado, NO MERECE LA PENA, está lejos de todo y es muy pequeñita, además hay una réplica en la fábrica de Carlsberg; sólo es famosa porque la gente va a verla, como el granero más visto de EEUU (referencia friki de "White Noise", un libro de Don DeLillo)] y nos dimos otra vuelta por el centro, refugiándonos del frío en las tiendas.
Sobre las tres de la tarde cogimos el tren de velta a Duisburg. Hay gente que ha viajado en tren, hay gente que ha viajado en barco, hay gente que hay viajado (por un lado) en tren y (por otro lado) en barco, pero ¿cuántos de vosotros habéis viajado en un tren que iba dentro de un barco? Pues yo sí. Llegó un momento en que el tren se metió en un barco para cruzar el mar, durante los 45 minutos que duró el ferry nos bajamos del tren y subimos a cubierta a ver el frío que hacía (que era mucho, mogollón de frío) y luego nos volimos al tren a seguir de vuelta a Duisburg (vía Hamburgo). Por cierto, Hamburgo es otra ciudad en la que no he estado y a la que quiero ir (todavía tengo cuatro fines de semana antes de que llegue Semana Santa).
Y ahora una pregunta ¿por qué me quería volver inmediatamente a vivir en Córdoba? Que alguien me lo recuerde, porque a mí se me ha olvidado, jejejeje.

Viel Glück... oder sterbt beim Versuch glücklich zu sein!!!