Pues mientras escribo esta entrada estoy en la cocina (bendito corte de internet que hizo que reseteara el router y milagrosamente se arregló el wifi) y oigo el borboteo de la cazuela. Ayer volví a la capital del Öhrn, y como era domingo no había tiendas abiertas. Hoy después del trabajo he ido al dentista a la que puede ser por fin la última vista por las encías (en principio sólo me queda una limpieza profesional y que me saquen la muela del juicio), y después ni corto ni perezoso me he ido al supermercado a comprar. Lo más insano que he comprado ha sido un litro de leche entera (¡¡¡¡¡¡¡ENTERA!!!!!!!) y 200 gr. de jamón york. Creo que me hago una idea de por qué esta semana en Córdoba mucha gente me veía más delgado (pero tranquilos, estoy a mucha distancia de la zona de riesgo de la anorexia).
lunes, 27 de febrero de 2012
Chupitos de sofrito
Pues mientras escribo esta entrada estoy en la cocina (bendito corte de internet que hizo que reseteara el router y milagrosamente se arregló el wifi) y oigo el borboteo de la cazuela. Ayer volví a la capital del Öhrn, y como era domingo no había tiendas abiertas. Hoy después del trabajo he ido al dentista a la que puede ser por fin la última vista por las encías (en principio sólo me queda una limpieza profesional y que me saquen la muela del juicio), y después ni corto ni perezoso me he ido al supermercado a comprar. Lo más insano que he comprado ha sido un litro de leche entera (¡¡¡¡¡¡¡ENTERA!!!!!!!) y 200 gr. de jamón york. Creo que me hago una idea de por qué esta semana en Córdoba mucha gente me veía más delgado (pero tranquilos, estoy a mucha distancia de la zona de riesgo de la anorexia).
domingo, 26 de febrero de 2012
Carnaval
viernes, 17 de febrero de 2012
De maletas y otros quereseres
es dejar los amigos es intentar volar;
volar conociendo otras ramas
recorriendo caminos
es intentar cambiar.
Gabriel García Márquez
Un visión bastante poética tenía el amigo Gabrielito de lo que es viajar. ¡Cómo se nota que no tenía que hacer la maleta cada dos meses! Me encanta viajar. Y me encanta quejarme. Llevo dos semanas pensando solamente en irme de vacaciones a Córdoba y olvidarme de proyectos Comenius, de alumnos, de exámenes, del C1 de alemán, de la clase 13 y el subjuntivo...
Y sin embargo, siempre me pasa igual: la noche antes de irme no tengo hecha la maleta, ni pensado lo que me voy a llevar. Y es que lo que menos me gusta de viajar es hacer la maleta, es como intentar materializar lo que los alemanes llaman Vorfreude (ya sabemos que los alemanes son muy de planearlo todo con antelación, así que esta palabra sólo podía existir en este idioma). Vorfreude es algo así como la alegría previa por algo que todavía no ha sucedido, la sensación que tienes cuando estás preparando algo que sabes que va a ser genial, algo así como la anticipación de la alegría, pero que en realidad es una especie de alegría en sí misma, como la emoción que tienes de que pase algo (algo que ya sabes que es seguro que va a pasar).
Y bueno, eso que hacer la maleta es intentar dar forma física a algo que no se puede, y al final se acaba convirtiendo en uno de esos quereseres, un engorro como pasar la aspiradora (algo que llevo postergando más tiempo del que se podría considerar salubre) o ponerte a cocinar sin ganas.
Lo que me recuerda que hoy también he tenido otro motivo de alegría (aparte de empezar las vacaciones de carnaval, claro). Hoy he cocinado (pero cocinado de cocinar, no de meter una pizza en el horno) y en todo el rato que he estado en la cocina no se me han gangrenado los dedos por el frío ni ha habido que amputar, ni nada. Es más, vuelve a hacer "buena temperatura", por encima de cero grados, que ya no hace falta llevar guantes y ponerse el gorro del abrigo.
Pero lo mejor de todo es que a partir de mañana me espera una semana de buen tiempo (así, sin comillas ni nada: sol y temperatura alrededor de 15°C) llena de salmorejo, berenjenas fritas, pescaíto, a lo mejor croquetas, puede que alguna tapita, conversaciones durante la comida, risas de mis sobrinos y todo eso que me recarga las pilas de vez en cuando.
jueves, 16 de febrero de 2012
Inglés (aunque no lo parezca)
Después de la Primaria, los alumnos van a tres tipos de escuelas: Gymansium, Realschule y Hauptschule. El Gymnasium es para los muy listos, cuyo objetivo es ir a la universidad. La Realschule es para alumnos medios, cuyo objetivo es hacer un ciclo superior o a través de un bachillerato técnico llegar a la universidad; al bachillerato técnico sólo pueden acceder si en la Realschule han sacado una media superior a notable y tienen notable o más en inglés, lengua (alemana) y matemáticas. La Hauptschule es para los que son unos cenutrios, cuyo objetivo es hacer un ciclo medio. Un palentino que lleva aquí muchos años me lo explicó de la siguiente forma: el Gymansium es para quienes van a ir a la universidad, la Realschule para quienes van a trabajar en oficinas o de cara al público y la Hauptschule para quienes van a apretar tornillos en la Würth.
jueves, 9 de febrero de 2012
De sardinas, routers y tronos
Adivinad a quién le huele todavía hoy toda la casa a sardinas, adivinad quién ha adelantado su cumpleaños seis meses, adivinad quién estuvo a punto de usar papel de periódico en vez de un plato para sentir el verano de verdad. Pero claro, por mucho periódico que hubiera, la temperatura que había ayer en mi cocina dificultaba un poco la sensación de verano; así que al final me decidí por el plato que veis.
Llevo sin internet en casa desde ayer debido a nosoequé cosa que me dijo ayer el técnico por teléfono. Es algo así como el servidor que me provee tiene dificultades técnicas y tienen que ir arreglarlo. Juntad mis habilidades técnicas con el hecho de que me lo explicaron en una lengua algunos de cuyos aspectos no controlo del todo, y creo que os hacéis una idea de por qué no sé exactamente qué le pasa a mi router. Por lo menos sé lo que tengo que hacer: esperar a que lo arreglen (selektives Hörverstehen, que se llama eso en alemán). (Nota: “... en una legua algunos de cuyos aspectos no controlo”. Yo no controlaré mucho el alemán, pero creoq ue el alemán me está controlando. He escrito, borrado, vuelto a escribir, cambiado y dejado como está esa frase varias veces... y todavía no estoy seguro de que esté bien).
El caso es que cuando volví del trabajo a casa (sin haber mirado facebook ni twitter, porque, total, lo podía mirar mejor tranquilamente en casa) uno de mis mayores temores se habían hecho realidad: la lucecita del router estaba azul en vez de verde: PANIK PANIK PANIK PANIK. Me dije “bueno, no importa, a veces pasa y al enceder el ordenador se cambia automáticamente o basta con reiniciar el router”, pero en esta ocasión no fue sificiente. De hecho no tenía ni siquera teléfono para llmar al servicio técnico (el teléfono también pasa a través del router). Después de entrar ligeramente (o no tan ligeramente) en pánico decidí resetear el router, sacar la tarjeta SIM (porque mi router va con tarjeta SIM) e instalarlo todo de nuevo.
Ahora parecía que el teléfono funcionaba. Pero de internet mejor olvidarse. Llamé al servcio técnico y me comentaron cual era el problema. Por supuesto, después de la típica espera eterna cuando llamas al servicio técnico (me extraña que no haya un grupo en facebook “Llamar al servico técnico y tener nietos antes de que te contesten” o algo así).
Después de eso me puse a leer un rato (inciso: ayer me llegaron los libros de Song of Ice and Fire. Son una droga) y me eché una siesta cortita de dos horas y media (las cosas o se hacen bein o no se hacen). Y mientras me hacía las sardinas, me preparé todas las clases de hoy.
Y por eso estoy publicando esta entrada hoy desde le trabajo en las horas libres que tengo en vez de haberla publicado ayer desde mi casa.
PD: ¿A cuánta gente conocéis que empiecen hablando de sardinas, sin despeinarse pasen a contaros un problema con el router y de repente descubrís que os han soltado todo este rollo para deciros que ya tiene los libros de Juego de Tronos?
Justo cuando acabé de escribir esta entrada reinicié el router de casualidad y ya iba, así que la he publicado hoy, en vez de mañana, como era mi intención. Tened en cuenta que todo está contado con la perspectiva de mañana.
Y ahora, a ver qué ha pasado más allá de la frontera natural que es el río Öhrn
lunes, 6 de febrero de 2012
Frío lunes con puntito de calor humano
Vamos, que de vez en cuando, aunque no lo ponga por aquí, uno también tiene sus buenos momentos en el poblado.
Echaré de menos entrar a la sala de profesores y ser el sol de España. Echaré de menos a mis alumnos. Echaré de menos conocer el país y viajar cada fin de semana. Echaré de menos a Mar y a Mercedes.
No echaré de menos tener que ser yo el sol de España. No echaré de menos vivir en un castillo enorme y vacío. No echaré de menos tener que hablar con las paredes porque no hay nadie en casa. No echaré de menos dar 27 (o 28) clases cada semana.
Echaré de menos fliparlo cuando vea a mis alumnos hablando español. Echaré de menos no poder corregir en el despacho porque ha entrado Martina y es peor que Alvaruco en una biblioteca. Echaré de menos hablar rápido y que me tengan que decir que más despacio porque no me entienden. Echaré tantísimo de menos hablar alemán.
No echaré de menos las sesiones maratonianas de corrección. No echaré de menos vivir en
un pueblouna pequeña ciudad con encanto. No echaré de menos que la vida acabe a las seis de la tarde.Echaré de menos que la gente quiera que me quede. Echaré de menos tener un trabajo que me encanta y unos compañeros que también me encantan.
Pero no echaré de menos que eso sea lo único que me guste de lunes a viernes. No echaré de menos tener vida casi exclusivamente los fines de semana.
Echaré de menos a mis alumnos y a mis compañeros (sí, ya sé que lo he dicho pero es que les voy a echar mucho de menos, por lo menos a algunos).
Ya estoy echando de menos a Paula y a Aitor, y echaré de menos a Sonia, a María, a Cristina, a Paloma y a Marta. Pero no echaré de menos poder verles sólo de higos a brevas.
viernes, 3 de febrero de 2012
Viernes inmejorable
jueves, 2 de febrero de 2012
Ahora que vamos despacio vamos a rogar el voto
Érase una vez un hombre cuya vida dependía de los autobuses ALSA. Murió