domingo, 30 de enero de 2011

Finde brenziano (sucursal Giengen)

Nota para entender esta entrada: Aitor (Rivas) vive en Giengen, un pueblo que está en la región del valle del Brenz.

Lo que más me gusta de estar este año en Alemania es la posibilidad de aprender todo lo que estoy aprendiendo y la increíble mejora y desarrollo como profesional que estoy experimentando.
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jajajajajajajajaja eso no hay quien se lo crea. Lo que más me gusta son las juergas que me estoy pegando (aunque es verdad que estoy aprendiendo y mejorando, de hecho soy tan profesional, que hoy domingo a las diez de la noche ya tengo preparadas TODAS las clases de mañana, así que si me acuesto tarde será sólo por escribiros y tener a mi querido público, que sois todos vosotros, informados al detalle).

Bueno, pues este finde empezó el viernes por la tarde, que Corina me invitó a la Spieleabend (noche de juegos) en su casa. El caso es que la otra vez fui en coche y me llevaron, pero esta vez no iba Mar, así que me tocó coger el autobús. Y cuando me bajé resulta que la calle me la habían movido de sitio. Yo no tenía intención de estar mucho rato en la calle, así que llevaba ropa normal, no ropa para estar a - 15 ºC dando vueltas cuarenta minutos. Además si me hubiera llevado su número, pues... simplemente yo no sería yo. En fín que estuvimos charlando y jugando al Saboteur y a otro juego cuyo nombre no recuerdo. Y a las doce y media, a casita que esto es Alemania.

Y ahora, lo que todos estáis (y estábamos desde antes de que llegara enero) esperando: la deformación de Giengen.

¿Vosotros el sábado preparasteis clases? Pues yo tampoco. Me levanté, desayuné, me duché y me fui a recoger a Paula y caminito al Brenz. Por el camino se nos unieron Paloma y Gema y ya nos fuimos a comprar y a empezar a invadir la Pensión Rivas. Después de soltar todo en casa de Aitor empezamos a prepara la comida y de repente apareció un barrilete (cósmico) de cerveza y luego también aparecieron María, Sonia, Marta, Javi y el sobrino el grupo. Y además, que si tortilla, que si jamoncito, que si pulpo, que si vieiras (¡¡¡¡¡VIVA LA COCINA GALLEGA!!!!!) y la cerveza venga a meterse en mi vaso (bueno, en todos los vasos), y yo todos venga a beber, y el vaso los vasos venga a rellenarse. Nada, que al final acabamos nueve personas en la cocina hablando al volumen que hablamos los españoles, y el alcohol y la alegría corriendo por nuestras venas y nuestros corazones, y de repente alguien (diría quien, pero no estaba en condiciones de fijarme en ese detalle) tuvo la mejor idea del mundo: Vamonos a la calle.

Y allí nos veis a los diez españoles invadiendo Giengen y diciendo tonterías y pasándonolo cada vez mejor. Pero claro, los niños de meses es lo que tienen, que tienen que seguir una rutina y sus padres dependen de ellos, así que tuvimos que decir adiós a Pablito, Marta y Javi después de un tour por el Giengen más canalla y de acabar tomándonos unos cafeses (o unas Hefeweizenes, dependiendo del caso) en el bar de la mafia rusa. Creo recordar que también ibamos a entrar en unos de esos locales de moral dudosa, pero como nosotros no somos nada de eso (y además estaba cerrado) acabamos en el de la mafia.

Después de los cafeses/hefeweizenes perdimos también a nuestro miembro más joven (o como diría alguien muy sabia: "la edad no está en el DNI, y si no, mira Paloma"), ahora eso sí, castigo divino: por irse temprano y por ser demasiado responsable, le tocó quedarse tirada una hora en mitad de la nada (Paloma, sin resquemor, que te queremos)... yo por eso las fiestas siempre intendo continuarlas hasta el final (la verdad sea dicha: no siempre lo consigo), no vaya a ser que luego me quede tirado yo solo en mitad de la nada pudiendo estar de fiesta.

En nuestro estado decidimos que lo mejor era disolver el alcohol con comida. Así que nos fuimos a un italiano. Yo no sé cómo ocurrió, pero por lo visto acabé haciéndome amigo del camarero (es lo que tiene ponerse a hablar hasta con las hormigas que van por la calle, que uno acaba cayendo bien... no siempre, pero sí muchas veces) y acabó invitandonos a grapa, perdón a Grappa (aunque luego me he enterado de que siempre invita a Grappa a la gente).

Después del italiano, alguien normal se habría ido de marcha, pero como estábamos en Giengen pues optamos por la versión brenziana de irse de marcha: nos fuimos de cervezas al primer sitio que encontramos abierto. Al rato de estar allí nos echaron porque ya iban a cerrar y nuestra búsqueda de una alternativa fue bastante infructuosa, así que pusimos rumbo de vuelta a la pensión Rivas. Del camino de vuelta no os voy a contar mucho, porque con los cienes y cienes de cervezas que llevaba en lo alto (más los dos chupitos de Grappa, y no sé si algo más) no tengo los recuerdo muy frescos.

Cuando llegamos a nuestro destino nos abrimos la penúltima birra (que resultó ser la última) y nos pusimos a hacer bizcocho y natillas para desayunar al día siguiente. Contra todo pronóstico el bizcocho salió perfecto (no se asustó ni nada)... lamentablemente las natillas no soportaron la presión y no acabaron de cuajar :-(

Por supuesto, a la hora de dormir, también nos lo hemos pasado en grande, todos allí juntitos como buenos hermanos y yo sufriendo la invasión de los rizos, que miraba a un lado y tenía los rizos de Paula y miraba la otro y tenía los rizos de Aitor; pasando (y dando) algunos más calor que otros.

En fin, que como dicen los sabios: noches de alegría, mañanas de tristeza y dolor de cabeza. Pero no pasa nada, porque el Paracetamol es mi mejor aliado y al rato ya estaba como nuevo. El día de hoy ha sido bastante más tranquilo (y resacoso); pero hemos comido en un restaurante griego que estaba bastante bien.

En resumen, que el finde genial y que ya tengo ganas de encontrar una casa en condiciones para hacer una deformación en Öhringen.

PD: No os hacéis una idea de cómo me alegro de haber preparado las clases antes de encender el ordenador para escribir esta entrada...

martes, 25 de enero de 2011

Hecho polvo (y sólo es martes)/Petición pública

Nota: Entrada con dos partes. La primera, una anécdota que dura cinco minutos y se tarda tres horas en cortarla; la segunda (más abajo), una petición pública a nuestros políticos (no sé si nos harán caso, pero por lo menos que nos oigan). Si quieres ir directamente a la petición, saltate cuatro párrafos. Fin de la nota.

A pesar de haber acabado las clases a las nueve y media de la mañana (sí, los martes doy sólo dos clases, pero tranquilos, que las compenso con el resto de la semana), no he llegado a mi casa hasta las seis (y eso porque he corrido una maratón, que si no habría sido una hora más tarde... y no, no he estado una hora corriendo al maratón).

Hoy tenía la penúltima sesión de evaluación a la 13:30, así que para hacer tiempo desde las 9:30 concerté la semana pasada una visita para ver un piso entre medias. Pues bien, cuando llegué el de la inmobiliaria no estaba allí. ¿Os avisó a vosotros de que no podía ir? Pues a mí tampoco (¡¡Maldito!!). En fín, el caso es que después de la evaluación fuí a ver el piso y a las 14:45 ya estaba listo, pero la siguiente cita era a las 16:30 y no sabía exactamente donde estaba el piso, así que me fuí a buscarlo. A las 15:05 ya lo había localizado, tenía hora y media para dar vueltas por la calle. Dato importante: ha estado todo el día nevando/lloviznando y aquí no tengo paaguas. Así que después de estar quince minutos para comprarme un desodorante, la de la tienda me ha echado sin echarme (en el Corte Inglés es fácil hacer tiempo porque tiene seis plantas, en una tienda de veinte metros cuadrados no es tan fácil despistar a las vendedoras y decirles "sólo estoy mirando" cuando en la tienda no hay más que geles/champús/etc., productos de limpieza, fregonas, y velas).

Así que he decido calcular cuánto tiempo se tarda desde mi posible futura casa hasta la estación, pero por el camino me he cruzado con una tenda de ropa (os recuerdo: nieve + viento - paraguas = Antoñito mojado y cansado) y allí que me metí. Ahora tengo 17 € menos, pero tengo paraguas y un 3 en 1 (no aceite del de las puertas, si no chaquetón impermeable + forro polar).

En fín a lo que iba. De las tres casas que he visto es la que más me ha gustado (entre otras cosas porque es la única amueblada), pero también es la que está más lejos del trabajo (sobre media hora andando). Y la otra que ví por la mañana ya está descartada (¡¡650 € al mes!! ¿pero de qué vas?). Pero estoy reventado y la nieve hoy me gusta muchísimo menos de lo que me gustaba.

Y ahora la petición.

Existen numerosas páginas desde las que se pueden comenzar iniciativas ciudadanes (actuable.es, peticionpublica.es entre otras). Hay quien habla de dos Españas, y yo creo que es verdad: quienes pensamos que los políticos tienen sueldos exhorbitados exorbitantes/desorbitados y los políticos y sus asesores (=enchufados). Si queréis saber datos sobre los sueldos os aconsejo que investiguéis en la red, podéis empezar por el blog http://noalossueldosdelospoliticos.blogspot.com/

Si queréis que la situación cambie o bien llamáis a todos los periódicos y os quemáis a lo bonzo en la Puerta del Sol (en Túnez funcionó, pero no aseguro que España funcione) o os leéis la petición y si estáis de acuerdo la firmáis (tampoco os aseguro que funcione, pero es mejor que no hacer nada y menos doloroso que prenderse fuego) la petición: http://www.peticionpublica.es/?pi=P2011N5259

Un abrazo

lunes, 24 de enero de 2011

Este finde

Iba a escribir una entrada larguísima, pero como me he dado cuenta de que son dos entradas totalmente independientes sin nada que ver la una con la otra y luego os quejáis de que mis entradas son infumables pues mejor escribo dos entradas. Ésta es la entrada personal, la otra la tenéis justo debajo.

Tengo que aclarar que la debería haber escrito ayer por la noche porque acabé tomándome un café con Baileys a las ocho y media de la tarde, y claro, así por la tarde no había quien durmiera, pero de todas formas en vez de eso, me fui a la cama. Así que la escribo ahora, porque hoy me he tomado solamente cuatro cafés.

Pues esta semana ha sido bastante movidita. Como ya sabéis la noche del domingo al lunes dormí sólo dos horas, pero aún así estuve bastante en forma todo el día y hasta el miércoles que mi cuerpo dijo ¡BASTA! Y el jueves y el viernes estaba hecho polvo, pero como empezaban las evaluaciones (acaban el miércoles en mi instituto y el martes que viene en el otro), pues tuve que hacer de tripas corazón y aguantar hasta el final de la semana de una pieza. Eso sí, el viernes a las once y media ya estaba en la cama.

El sábado me lo pasé corrigiendo y tonteando un rato (¡hay que ver lo fácil que es perder el tiempo con una buena conexión a internet!) y cando me quise dar cuenta ya eran casi las dos y me fui a la cama. El domingo estuve haciendo medias y pasando notas para las evaluaciones de la semana que viene y me hice unas pechugas de pollo con champiñones y bechamel (la bechamel la hice yo, por supuesto) y luego por la tarde me fui a Crailsheim a tomarme una cervecilla y a tener contacto con humanos, porque todo lo que he hablado con personas (mis muebles no cuentan) este finde hasta ese momento fue con la cajera del Handelshof (Mercadona alemán), y con mi madre y mi sobri por Skype. La conversación con la cajera fue la siguiente:

- Cajera (después de haber pagado y comprobar el ticket de compra): Alles in Ordnung?

- Yo: Ja, danke. Schön Tag noch.

[Fin de la conversación]

Y ese fue todo mi contacto con seres de mi especie el sábado; así que el domingo NECESITABA ir a Crailsheim, simplemente para no volverme (más) loco. Y nada, allí que me fui al pub irlandés de Crailsheim (porque hay quien se queja de pueblo, pero tienen pub irlandés y todo) de cervezas con Paula, Amadora y Carin

Y ¿cómo acabé tomando café con Bailyes a las ocho y media de la tarde? Pues muy sencillo, porque cuando uno tiene ese encanto natural que yo tengo, le acaban invitando a tomar Baileys, y para rebajar el Bailyes ¿qué es lo mejor? ¿Acaso un hielo?... Probablemente sí, pero prefiero vivir al límite y no dormir demasiado la noche del domingo al lunes, que si no me acabo acostumbrando a la buena vida.

Y básicamente así ha sido el fin de semana… y así se lo hemos contado.

Razones para quemarse a lo bonzo

Una de las razones que llevaron a Mohamed Bouzazi a quemarse a lo bonzo en Túnez e iniciar de ese modo la Revolución de los Jazmines (¡que se creían los portugueses que sólo ellos iban a tener una revolución con nombre de flor!) fue que a pesar de estar altamente cualificado (de tener un título universitario, hablando en plata) su situación era muy precaria, pues vivía de lo que podía vender en su puesto ambulante. Hasta que le cerraron el chiringuito (nunca mejor dicho) y dijo “hasta aquí hemos llegado” y de esa forma encendió la mecha (¿qué me pasa hoy? estoy sembrao) de la revolución, derrocando de ese modo al dictador (no es que él derrocara personalmente a Ben Ali, pero ya me entendéis).

Pues bien, si él hubiera sido el único tunecino con una buena preparación, pero en una situación muy precaria, seguramente no habría habido ninguna Revolución de los Jazmines (es más seguramente no se habría inmolado); pero el caso, es que la suya no era una situación excepcional en Túnez y al final ha pasado lo que todos sabemos.

Otra de las noticias estrella de estos días ha sido que Merkel va a firmar unos convenios con Zapatero para que trabajadores cualificados españoles pueden venir a trabajar a Alemania; de hecho ya podían (en Alemania y en cualquier país de la Unión Europea, eso es lo que significa “Libre circulación y permiso de trabajo de los ciudadanos en toda la Unión”), supongo que lo que harán será simplemente facilitar aún más las cosas. Lo que nos recuerda que la situación de los jóvenes en España tiene ciertas similitudes con la de los jóvenes en Túnez (sobradamente preparados, recalco lo de que sobra preparación y lo de “parados”).

Quizá el precio de los productos básicos no está desorbitado (y recalco lo de quizá porque no tengo ni idea ¿a cómo están el pan, la leche… la gasolina, la vivienda…?) (¿Qué son “productos básicos”?) y quizá la situación política de España no sea tan dictatorial como en Túnez; aunque os recuerdo que en algunas Comunidades Autónomas el Partido no ha dejado el poder desde que existen las autonomías (y con “algunas” me refiero a tres que suponen el territorio de casi un 40% de España), y en otras la alternancia de poder a ha sido prácticamente anecdótica. Sin embargo, desde aquí les doy un consejo a los políticos (oye, que no todo va a ser criticar, que de vez en cuando también soy constructivo): señores y señoras, ándense con ojo, que cualquier día a un tipo se le pueden cruzar los cables y puede que no se líe a tiros, pero puede empezar una revolución de forma involuntaria (no creo que Mohamed Bouzazi tuviera en mente derrocar a Ben Ali e instaurar la democracia (ojalá ocurra así) en su país).

martes, 18 de enero de 2011

Martes

Sí, ya sé que prometí que no iba a buscar piso hasta que pasaran las evaluaciones, pero es que ponerme a corregir/pasar notas/preparar clases y entrarme los agobios. Así que ya he empezado a visitar pisos.
Esta mañana después de clase me he bajado al departamento de lenguas extranjeras, porque se ve que si me voy a casa después del trabajo me acabo distrayendo y no hago anda (es triste, pero es así). Y ahí estaba yo encerrado en el departamento corrigiendo y haciendo medias (aritméticas y ponderadas, no de calceta) y tal, cuando me he dicho "desde aquí puedo llamar gratis a alguno de los anuncios y ya voy concertando citas para la semana que viene"; así que entre unas cosas y otras concerté la primera cita para esta tarde a las 15:00.
El piso es un poco caro (se me planta en los 500 € al mes y creo que además tengo que pagar algo, pero es que no me he enterado muy bien... siempre puedo realquilar una habitación), pero tiene cocina y baño montados (casi del todo), dos habitaciones y un salón (lo que para los alemanes es: tres habitaciones) en lo que es el piso. Además una de las dos buhardillas (en realidad dos de las cuatro, pero es que una no está acabada de montar) y uno de los dos sótanos (con lo cual ya no parece taaaaaan caro), ah, y la mitad del jardín.
Otro de los inconvenientes es que parece un poco viejo (aunque el suelo esta totalmente renovado) y me voy a dar una panzá de fregar. Pero la ventaja mayor del reino es que está a ¡¡¡¡¡¡¡TRES MINUTOS ANDANDO DESDE EL INSTITUTO!!!!!!! (en serio, distancia en longitud y no en tiempo: 500 metros) y a cinco minutos andando del centro del pueblo. Mañana voy a ver otro piso de la misma inmobiliaria, pero creo que lo tengo claro, me voy a quedar con el que he visitado hoy.
Eso sí, el que más se va a alegrar (despues de mí, claro está) es Olaf Gustaffson og Ikea, porque no tiene ni una triste banqueta (por no tener, no tiene ni los casquillos de las bombillas).

lunes, 17 de enero de 2011

Un par de horitas

Al final no hubo deformación en Giengen con pulpito a la gallega y aguardiente o licor café, porque nuestro vigués más insigne se nos ha puesto malo. Así que el viernes después de estar cuatro horas de compras (o más bien "de compras", es lo que tiene irse de vacaciones y tener que rellenar la nevera) me encontré con mi gozo en un pozo y con que mi plan más emocionante iba a ser tomarme un café entre corrección y corrección de los exámenes.

Pero como lo último que se pierde es la esperanza, nuestras GUAPAS chicarronas del norte se montaron una (de)formación en menos que canta un gallo. Pero, claro, como ya me había hecho a la idea de no hacer nada el viernes por la tarde, pues eso hice, primero me rasqué un huevecillo, y luego me rasqué el otro, y como a las once y media estaba cansado, pues me fuí a la cama (¡que vida me pego!). Eso sí, el sábado el menda estaba a las ocho en punto en planta y corrigiendo para irse de fiestuqui (o algo parecido) el fin de semana.

Un par de horitas es lo que separa la sede de la deformación de esta semana y mi casa, así que cogí el tren sobre las cinco y a las siete allí nos teníais a los cuatro berufschulenlehrer del norte comiendo jamón y empanadillas en Tauberbischofsheim y luego dándolo todo en el superdiscotecón de la capital del Taberkreis [modo ironía off].

Al día siguiente, después de un marchonaco-paco que ríete tú de Ibiza (eso son antrazos al lado del Cello) [¿no habíamos quedado en que "modo ironía off"?]por supuesto nos levantamos tarde (he de admitir que el que estaba más muerto de todos era yo), pero no podíamos dejar de hacer turismo, así que nos fuímos a explorar los alrededores, incluído Bad Mergentheim (o lo que es lo mismo, somos nueve profes visitantes y me quedan por visitar sólo tres de nuestros pueblos).

Después de un fin de semana que ha estado bastante bien (y ha sido bastante espontáneo) me tocaba acabar de corregir y preparar las cositas para hoy. Sólo diré que el par de horitas del título no son las que separan Hessental de Tauberbischfsheim, sino que es todo lo que he dormido esta noche (y aún así, las clases esta mañana me han salido redondas... ¡¡¡si es que soy un crack!!!).

Ale, besetes.

jueves, 13 de enero de 2011

Jueves 13

Al final se me olvidó escribir una entrada el martes para conmemorar una fecha (11.01.11) que no se volverá a dar hasta dentro de un siglo (o una parecida hasta el 22 de febrero de dentro de once años, aunque para entonces no sé donde estaremos ni yo ni este blog).

En fín antes de ponerme a divagar y a pensar cómo y dónde estaba yo hace once años (en 1º de Bachillerato y sin imaginarme que algún día acabaría hablando alemán ¡¡qué horror!!) mejor me centro y escribo una entrada decente.

Esta semana al final se me ha pasado volando, entre correcciones (que no he acabado) y preparación de clases (que esas no acaban nunca), el estrés de tener la evaluaciones a la vuelta de la esquina (que se nos han echado prácticamente encima), el haberme comprado ya el billete para conocer al bichillo en Abril, y que ya he decidio que no me pongo a buscar piso en serio hasta que pasen las evaluaciones (hay que ver lo que me gusta una postergación ¡¡¡cosa mala, oiga!!!). Pues eso, que entre todas esas cosas, la semana ya se ha acabado y yo con estos pelos (bueno, más bien SIN estos pelos, que para algo me cuasi-rapé antes de volver).

En otro orden de cosas, como cada vez tengo menos ganas de hablar alemán en clase, mis alumnos lo están flipando, no oyen nada más que inglés y español (cada grupo el idioma que les corresponde, evidentemente) y acaban agotaditos perdidos.

Y como hoy (sí, hoy, trece de enero) me han dicho los de inglés "Happy New Year!" supongo que esa ha sido la última felicitación de año nuevo (aunque a lo mejor en el Bronx Brenz, como estamos mu locos, acabamos felictándonos el año nuevo ya entrada la segunda quincena de enero), así que ya va siendo hora de ponerse los típicos despropósitos de año nuevo (como véis tengo un problema personal con ellos, en las últimas cuatro entradas los he nombrado en todas) y como tengo personalidad múltiple (Antonio-amigo, Antonio-familia, Antonio-elquenohablahochspanisch, Antonio-profesor (también conocido como Herr Risquez, y que acaba hablando Hochspanisch incluso cuando no tiene por qué hacerlo), Antonio-elquesequedamirandolatrayectoriadeunamotadepolvoyselevalacabeza y un largo etcétera de Antonios) pues ahora le toca hablar al Antonio-bloguero.

El propósito para este año 2011 de Antonio-bloguero es escribir más entradas, pero que no sean truños, sino entradas en condiciones; lo cual entra en conflicto con el Antonio-profesor, que se tiene que prearar clases cada día y hacer más cosas para la escuela ¿cuál de los dos ganará? La respuesta en próximos episodios...

Aaaaaaaaaaaaaaadios.

lunes, 10 de enero de 2011

Pasivo a más no poder

¡Menudo añito que llevo de pereza y pasividad!

Ya levamos diez días de este 2011 y ésta es la segunda entrada que escribo y eso es porque me estoy obligando (bueno, y porque tengo mil millones de cosas que hacer y no tengo ganas de buscar grupos de facebook, claro).

Como ya sabréis os escribo desde Schwäbisch Hall, ya ha tenido lugar la vuelta a la rutina... a pesar de lo poco rutinario que va a ser el mes de enero entre la búsuqeda de piso, las deformaciones (mucho mejores que las formaciones ¡dónde va a parar!) y las evaluaciones (una cosas que hacemos en el insitituto para no aburrirnos en enero). Pero eso, que ya hemos vuelto a las clases, y hemos empezado por la puerta grande, haciendo exámenes en dos clases y devolviendo los exámenes corregidos durante las vacaciones a otras dos clase; devolución con "bronca" y test de conjugación para la próxima semana incluidos por las notas bajas, por supuesto (lo que me recuerda que unos alumnos se han sorprendido cuando les he felicitado el año... se ve que mi imagen de profesor duro y borde por fin va tomando forma).

Y bueno, poco más que contar. Que es una pena enorme que se hayan acabado las vacaciones, pero como yo ólgüeis lúc on de brait said of laif, pues al final acabaré por alegrarme de estar aquí, por cosas como encuentros totalmente casuales ayer en los servicios de Barajas y la estación de Bad Canstatt o las risas que me he echado hoy con mar y Mercedes.

Ale, sed felices.

jueves, 6 de enero de 2011

¡Feliz Año Nuevo!

Sí, ya sé que es un poco tarde para felicitar el año, y que hoy más bien toca preguntar por los reyes; pero ¿qué queréis que os diga? voy a mi ritmo (y este año está siendo un ritmo especialmente lento).

Todo se acaba y, como todo, las vacaciones van llegando a su fin. Se me han hecho cortas como siempre (a pesar de habar sido un pelín más largas que de costumbre); he visto a mis amigos bastante menos de lo que me hubiera gustado (de hecho algunos creo que me voy a quedar sin verlos hasta la próxima visita allá por abril); no he acabado de corregir exámenes ni preparar clases (espero acabar mañana, porque si no el domingo no voy a dormir); y en definitva tengo la sensación de que el tiempo se me ha ido en tonterías sin darme cuenta (aunque bueno, sólo me he hecho de 43 grupos absurdos de facebook, que ya que no puedo dejar de fumar un propósito de año nuevo puede ser hacerme de menos grupos... o al menos hacerme de grupos cuando no tenga nada que hacer, no cuando sea un domingo a las once de la noche y no tenga nada preparado para el día siguiente).

En fín, a lo que iba, que no sé porque las mejores ideas para entradas se me ocurren cuando estoy metido en la cama buscando el sueño (y el sueño se empeña en huir de mí) y luego cuando estoy delante del ordenador, se me olvida todo. No, en realidad, no era eso a lo que iba, a lo que iba: Bienvenido año 2000... digo Bienvenido año 2011.

Y no os resfriéis en vacaciones, que vaya telita de vacaciones con jarabes y sobres...