viernes, 26 de noviembre de 2010

Schnee!!!!

Ni Corredera, ni solecito, ni tapita a las tres de la tarde. Pero a veces soportar temperaturas bajo cero tiene su recompensa.

¡¡¡¡¡¡YA HA EMPEZADO A NEVAR!!!!!!

Los campos están blancos, y los copos de nieve suben y bajan y alegran la vista. Los niños (y los no tan niños) juegan (o más bien jugamos) con la nieve y después ya llegarán sus madres (o nuestros directores) a decirles que se van a resfriar.

Y otra cosa que empieza hoy son los ¡¡¡MERCADOS DE NAVIDAD!!! Pero hoy no voy a ir, porque estoy muerto. De hecho, Karina me ha invitado a su casa, pero le voy a decir que no, porque estoy que me caigo de sueño (y sí, son sólo las seis de la tarde, pero es de noche desde el miércoles). Pero ya iré, ya iré... y echaré fotos!!!!


EDITO: Ya están aquí algunas fotos de la nieve.

martes, 23 de noviembre de 2010

Soy profesor

Tengo que empezar diciendo que tenía bastante miedito a la visita el señor Stiefel (mi jefe de estudios) a la clase de hoy (es lo que tiene ser un inseguro patológico); por eso, me la preparé, la repreparé, la pulí y la perfeccioné (sobre el papel) durante tres días antes de que tuviera lugar esta mañana. Hoy he llegado al instituo 45 minutos antes de lo normal para hacer fotocopias, ver que el proyector funcionara, colgar los mapas que he usado durante la clase y asegurarme de que los alumnos que no habían leído el texto, lo leyeran antes de que empezara la clase.

Durante el tiempo que el señor Stiefel ha estado en clase, he tenido la boca seca y por dentro era un flan... por dentro. Por fuera era el profesor más seguro del mundo. Cuando he preguntado qué idioma se habla en el País Vasco y una alumna ha buscado en el cuaderno, ha levantado la mano muy segura y ha dicho "riojanos" con una cara triunfalista pensando "acabo de ganarme un sobresaliente", ni se me ha descompuesto la cara, ni me he bloqueado (ése era mi mayor temor), simplemente la he sacado de su error. He hablado todo el rato en español (¡y no os hacéis una idea de lo que me ha costado!) y los he llevado a donde yo quería, marcando los tiempos (bueno, más o menos; al final me han sobrado cinco minutos, pero los he sabido aprovechar).

Resultado final: notable (provisionalmente, a la espera de la visita a una clase de inglés).

Y esto ¿a qué viene?

Cuando se les pregunta a los niños chicos: ¿tú qué quieres ser de mayor?, hay respuestas muy variadas: bombero, policía, astronauta, ingeniero de caminos (en serio, mi prima decía eso con siete años), técnico de seguridad de la central nuclear de Springfield (¿quién no querría ser Homer Simpson durante un día?), científico loco, bombero, millonario, Hartz IV (ah, no, espera, que eso es sólo en Alemania)... incluso algunos en un momento de enajenación mental transitoria dicen "profesor". En mi caso la enajenación mental no era transitoria. Hasta los 21 años tuve bastante claro que quería enseñar (es lo que tiene pertencer a una saga de docentes que ríete tú de la familia Flores y el flamenco); cuando me fuí a vivir a Berlín dejé de tenerlo claro; pero luego me fuí a Estados Unidos a enseñar y a Alemania, a enseñar también, y ví que, por vocación o por cansianismo, la enseñanza era lo mío. Luego me puse a opositar y decidí que quería hacer otra cosa con mi vida... pero de algo hay que vivir, así que seguí con las oposiciones hasta el final.

Y ahora estoy aquí, enseñando. Con mis dudas y mis inseguridades. Si soy buen profesor no lo sé (supongo que sí, pues mis alumnos aprenden). Y mientras, veo que se han convocado oposiciones para la Unión Europea y veo la posibilidad de vivir en Bruselas y me planteo echar la solicitud.

Entonces me detengo un momento y pienso: llevo cinco años huyendo hacia adelante, ansiando una vida que ya no existe, porque una persona sólo puede ser Erasmus una vez en la vida. ¿Realmente quiero vivir en Bruselas? ¿Quiero llevar traje y corbata cada día y trabajar con números y leyes? ¿Es de verdad eso lo que quiero o simplemente es huir más hacia adelante? La respuesta a todas esas preguntas es: NO. Ni quiero llevar traje y corbata cada día, ni quiero vivir en la gris (aunque enorme y cosmopolita) Bruselas, ni quiero trabajar en una oficina rodeado de números y papeles.

Soy profesor. No puedo engañar a nadie (y aún menos a mí mismo), me encanta enseñar. Adoro ver cómo gente que hace algo más de un año ni siquiera podían decir "Me llamo Jürgen" hoy pueden entender un texto sobre los orígenes y la importancia del español y recrearlo en forma de entrevista; alucino al ver cómo gente que hace algo más de ocho semanas no sabían decir "Buenos días" hoy pueden hablar de su familia y de las fiestas de su pueblo, decir lo que les gusta y lo que no, e incluso mantener una conversación (muy básica y casi irreal, pero conversación al fin y al cabo); y todo ello se debe sólo a dos personas: a ellos mismos y a mí.

Todos los trabajos tienen su cruz, la mía es que por las tardes tengo que prepararme las clases del día siguiente... pero eso siempre es mejor que tener que llevar chaqueta y corbata y estar encerrado en un cubículo con un montón de leyes y números que se me antojan arcanos. Eso sí, soy profesor, no domador de leones (y quienes seáis profesores de Secundaria sabéis qué quiero decir con esta última frase).

sábado, 20 de noviembre de 2010

Rothenburg ob der Tauber

Ayer me dijeron que el jefe de estudios me visitará el martes para ver cómo doy clase. Ya me he preparado la clase del martes, pero de todas formas tengo un poco de canguele (¿quién no lo tendría si te dicen que tu jefe va a examinar tu forma de trabajar?)

Como el título indica, hoy he estado en Rothenburg ob der Tauber (las fotos son de internet, no nuestras). Y esta vez no me olvidé de cargar el móvil ni se me olvidó llevarmelo, pero cuando saqué la cámara para echar la primera foto, me dijo: batería agotada... así que esperaré a que Paula y Aitor me manden sus fotos.

En fín, el caso es que Rothenburg es muy bonito. Tiene unas murallas superchulas por las que se puede andar y que están techadas (si hace frío en lo alto de la muralla de Ávila, imaginaros en un pueblo de Baviera, por eso tienen techo) y que tienen placas con los nombres de gente que contribuyó a la restauración, pero no placas de acero cortén (ese que tanto gusta en Córdoba... y con "Córdoba" no quiero decir a la gente que vive en Córdoba, sino a la gente que no sé cómo se las apaña para que le den permisos para construir puentes y hoteles), que es muy moderno, pero no tiene armonía con esas murallas; sino que son placas labradas en piedra, que a lo mejor no son tan modernas, pero no hacen daño a los ojos.

En fín, a lo que iba (que luego me pierdo), que nos lo hemos pasado muy bien, hemos comido muy bien, hemos arreglado el mundo (aunque nadie lo ha notado... todavía) y al final hemos acabado en el pub irlandés de Crailsheim (y por ciertos comentarios hoy estoy con el guapo subido, porque yo lo valgo, jajaja). Después de dejar a Aitor en el tren, Paula y yo nos fuimos al bar "berlinés" de Crailsheim que descubrimos el viernes pasado (porque con la entrada del Sahara se me olvidó deciros que el viernes pasado fuí al cine en Crailsheim y luego de bares... y, claro, cuando el sábado fuí a hacer la compra estaba muerrrrrrto) y después a por un kebab (¡¡¡qué ganas tenía ya de kebab!!!) y luego pa casita como los niños buenos, que mañana tengo que perfilar la clase del martes y prearar algunas cositas para el cursillo del lunes... ¡un no parar, vamos!

Y el viernes que viene empieza la temporada de Weihnachtsmarkt :-)))))))

PD: Releyendo de nuevo la entrada me he dado cuenta de que se me ha olvidado escribir. ¡¡¡Qué deslabazado deslavazado está todo!!!

PPD: Sí, deslavazado se escribe con v... ¡ver para creer!

miércoles, 17 de noviembre de 2010

La teoría de la naranja

(Entrada NO relacionada con el grupo de facebook)

Hoy ha sido un buen día, ha estado bien. Y ¿por qué? Pues porque en Alemania los alumnos de la Klasse 12 (el penúltimo año antes de la universidad o de lo que hagan después del instituto) van a a visitar la universidad, lo que significa que no tienen clase, lo que significa que el profesor de español en vez de levantarse a las seis para estar en clase a las ocho ha podido dormir un par de horitas más. Pero, igual que cada vez que me levanto dos horas más tarde de lo normal, me he levantado con dolor de cabeza... pero igaul que cada vez que me levanto con dolor de cabeza por dormir demasiado, me ha dado igual.

Después del instituto nos hemos ido a matar el tiempo a la cafetería italiana que hay en Öhringen (porque Öhringen no es un pueblo (y por eso tiene cafetería italiana) es una pequeña ciudad... pero pequeña, pequeña de verdad) y lo hemos matado (el tiempo, no al italiano) tanto que hemos perdido el tren de las cuatro y media y hemos tenido que coger el de las cinco y media. Y ¿qué pasa? pues que en ese tren van todos los chungos que ponen los pies en los asientos y que van oyendo música a todo trapo. Vale, ya sé que el concepto de "chungo" en España (en el Campo de Gibraltar, por ejemplo) es diferente, pero, oye, alguna ventaja tenía que tener vivir en el país de la no-ironía (otro día hablaré del humor alemán) y en el que si un día tienes tres horas seguidas de sol ya te puedes dar con un canto en los dientes.

A lo que iba, que a raíz de los de la musiquita de las narices (porque si al menos fuera música buena, pues vale, pero es que quienes llevan la música a todo trapo suelen tener un concepto de calidad musical muy peculiar... vamos, que ojalá fuera Camela) Mar me ha contado su teoría de las naranjas; la teoría de las naranjas surgió a raíz de los fumadores que echan el humo alegremente, pero también se puede aplicar en este caso.

La teoría básicamente dice que si cuando el tipo tiene la música todo trapo (o está fumando y me echa el humo) a mí entran ganas de comerme una naranja, pues la cojo, la pelo, me tomo un gajo y el siguiente gajo se lo meto al tipo en la boca sin ningún miramiento. Es exactamente lo mismo. Me da igual si no la gustan las naranjas, no tiene ganas o es alérgico y le provoco un infarto; como yo quiero comerme una naranja, pues todo el mundo a comer naranjas (y por la fuerza), aunque no tengan ganas o no puedan.
También, por lo visto, una vez que iba ella en el tren y empezaron otros con la musiquita de las narices, cogió un señor su móvil y se puso a Beethoven a todo trapo, hasta que se dieron por aludidos y bajaron el volumen.

Así que desde aquí os animo a que la próxima vez que vayáis en autobús, tren, metro, o lo que sea y cualquier tontolaba (por no llamarle algo peor) ponga los últimos éxitos de DJ tontito a todo trapo, le inundéis con música buena a ver si se dan por aludidos (o en su defecto que le metáis una naranja por la nariz... aunque esto último quizá es un pelín demasiado radical y os podéis buscar un problema).
Ah, y a los fumadores, la próxima que encendáis un cigarrillo, mirad si hay alguien cerca con naranjas, porque os podéis llevar una sorpresa, jejeje.

martes, 16 de noviembre de 2010

Sin mesura ninguna

Cuando uno se ha criado entre fogones aprende a cocinar; pero cuando uno se ha criado entre unos fogones en los que se cocinaba mínimo para seis personas nunca aprende a cocinar para uno solo, y claro, aquí no abro el armario y aparecen mágicamente (o se te caen encima) tupperwares (léase "taperguares") de todos los tipos y tamaños para guardar las sobras.

Por eso a veces ocurren cosas como lo que me ha ocurrido hoy. Que me he hecho un arroz estupendo con su sofrito (en el norte se llama refrito... y con "norte" quiero decir "de Despeñaperros pa' arriba"), su azafrán, su pollo con sal y pimienta, su tiempo de cocción perfecto y pan recien horneado... pero cuando no llevaba ni medio plato ya quería explotar. Ahora eso sí, como mi trabajo me ha costado yo he hecho la del pobre: reventar (con v) antes que sobre.

domingo, 14 de noviembre de 2010

Imagen

Cuando uno está fuera ya se puede ir olvidando de ser uno mismo... o más bien de que le vean sólo como a uno mismo. Cuando estás fuera (sea donde sea) eres embajador de tu tierra, eres su imagen.

Me explico. Si un día yo llego tarde al trabajo, de repente, da igual lo que haga el resto de mi vida, en la mente de los alemanes (porque ahora estoy en Alemania, si estuviera en Kuala Lumpur, sería en la mente de los kualalumpureños) todos los españoles llegan siempre tarde a todos sitios. Si un día no voy afeitado y arregladito, los españoles van siempre hechos unos despojos (vale, lo admito, no voy siempre afeitado y arregladito, pero sí que voy más decente de lo normal y quienes me conozcáis en Córdoba sabéis a qué me refiero). Si un día digo que me gusta dormir la siesta, de repente todos los españoles se tiran todo el día tumbados a la bartola en vez de trabajar... y así con todo. En nuestra mano está reforzar o destrozar los prejuicios.

Pues bien, en mi caso, no sólo soy español, también soy andaluz, y por increíble que parezca no bailo flamenco, ni toco las castañuelas, ni bebo fino, ni llevo sombrero cordobés a todas horas, ni estoy todo el día contando chistes (aunque a veces lo parezca), ni me gusta el Rocío (no os hacéis una idea del coraje que me da), ni vivo del PER, ni me gusta excesivamente la playa (de hecho apenas la echo de menos cuando estoy lejos), ni escribo "ojú kiyo" (lo digo, pero no lo escribo).

Y todo eso ¿a qué viene? A que cierto personaje (partamos de la base de que todos los políticos son más personajes que personas) en campaña electoral ha hecho unas declaraciones diciendo que los andaluces no pagamos impuestos (El Mundo, El País, Público, ABC, La Vanguardia, La Gaceta, para que leáis lo que más os guste).

Ya sabéis que cuando se trata de criticar mi tierra yo soy el primero que empieza y no puede parar, y se me llena la boca con nuestros fallos. La diferencia es que en esos momentos yo hablo con conocimiento de causa; la diferencia es que antes de hablar me informo (por eso a veces parece que no tengo una opinión formada, porque antes de expresarla prefiero FORMARLA en condiciones, sopesando varios puntos de vista). Y cuando se critica un grupo del que formo parte basándose simplemente en un prejuicio (como ha hecho este tipo) me jode y mucho (cuando no formo parte del grupo me jode... pero menos).

En mis viajes he descubierto que muchas veces los andaluces tenemos un enorme complejo. Pensamos que todo el mundo nos toma por el pito de un sereno... y eso es otro prejuicio; los prejuicios contra los andaluces son cada vez menores (aunque nos cueste creerlo y sea más fácil ir de víctimas). Cuando los no andaluces piensan en Andalucía piensan cada vez menos en el tío Manolo con su boina que no sabe escribir y no ha salido del campo en su vida y piensan cada vez más en gente como Manuel de Falla, Lorca, María Zambrano o Juan Ramón Jiménez (el problema es que a nosotros mismos se nos olvida muchas veces olvidarnos del tío Manolo y recordar a los verdaderos "hombres de luz que a los hombres alma de hombres les dieron"). Lo malo es que con las declaraciones de Puigcercós este último párrafo se lo va a creer mucha menos gente.

sábado, 13 de noviembre de 2010

Homo sum...

...nihil humanum a me alinum puto.

Seguramente a muchos ya se os habrá olvidado (incluso habrá quien ni lo sepa), pero a principios de noviembre de 1996 una noticia conmocionó a España: el asesinato de cuatro misioneros maristas españoles en Zaire durante la guerra civil que enfrentó a Hutus y Tutsis. Unos días antes de que le asesinaran, Servando Mayor (uno de los cuatro maristas) en una entrevista con la radio hizo un llamamiento en nombre de 100.000 refugiados al Papa, al Comisario de la ONU para los refugiados y al mundo en general.

Su Santidad el Papa, Su Excelencia el Alto Comisario: los sobrevivientes de los refugiados ruandeses de la región de Sur-Kivu en el Zaire os dirigen este S.O.S. en vista de obtener de vuestra alta autoridad moral que se ponga fin a su persecución y desaparición lenta pero segura. En efecto, la guerra que se sigue en el Sur-Kivu se presenta oficialmente por el gobierno de Kigali y ciertos medios, como oponiendo a los banyamulengues y las fuerzas gubernamentales zaireñas y, en principio, no debería concerner tan directamente a estos refugiados que son obligados a abandonar sus campos en desbandada bajo el fuego de las armas. Quiero decir que algún otro quiere perseguirlos, incluso eliminarlos masivamente, sea por las balas, sea por el hambre, el frío, las enfermedades, sea por todos estos elementos juntos. Los refugiados, y en primer lugar los más vulnerables (los niños, las mujeres encinta, los viejos, los ancianos) están a punto de perecer sobre las carreteras y las colinas bajo una lluvia torrencial. (...) Firman los representantes de estos refugiados que tenemos 13 campos aquí reunidos.

Nadie escuchó ese llamamiento y poco después le silenciaron. A los hermanos maristas les asesinaron porque se negaron a abandonar a quienes les necesitaban, porque se negaron a mirar para otro lado cuando se estaba cometiendo una injusticia.
Su asesinato hizo que los gobiernos de occidente dejaran de mirarse el ombligo durante un segundo y condenaran la situación en centroafrica. Incluso en el Senado español todos los grupos se pusieron de acuerdo, se olvidaron por un momento de izqierdas y derechas, de nacionalismos o centralismos y recordaron que todos somos humanos (aquí el diario de sesiones del 12 de noviembre de ese año).

Pero de eso hace ya 14 años. Hoy, también en África, pero mucho más a las puertas de nuestra casa, en el Sahara occidental, se está cometiendo otra injusticia igual. Pero ahora es nuestro turno de decidir si miramos hacia otro lado (especialemnte a nuestro ombligo) o si somos conscientes de que al considerarnos humanos, nada de lo humano nos puede ser ajeno.

Un par de enlaces:

Información actualizada y en directo desde allí http://territoriosocupadosminutoaminuto.blogspot.com/

Una petición a la Ministra de Exteriores
http://actuable.es/peticiones/pidele-trinidad-jimenez-condene-clara-y-rotundamente-la

Esta entrada os la dedico a Jose Alberto, a Aitor, a Mari (que estoy casi seguro que no la va leer) y en general a todos los que estáis especialmente preocupados por el asunto.

PD: Jose (y Mari), te robo el video

martes, 9 de noviembre de 2010

Por fin martes

Ayer escribí una entrada larguísima sobre lo malos que son los lunes (y el de ayer en particular) y sobre los derechos de autor con licencia de Creative Commons (sí, a veces me gustar mezclar las churras con las merinas ¿y qué?), pero como no acababa de gustarme pues la borré y busqué inspiración en la red... cinco minutos después estaba en facebook haciéndome de más grupos... dos horas después ahí seguía (¡¡¡Estas "Señoras que..." van a acabar con mi salud mental!!!).

Hoy por fin es martes, ya no estoy de bajón ("depresión post-vacacional" hay quien lo llama, pero me parece un absurdo, una exageración y un uso de la palabra "depresión" que la desgasta y, claro, así luego la gente no se las toma en serio)... porque he trabajado sólo dos horitas (me encantan los martes, incluso casi más que los viernes) y me he metido unos tornillos a la carbonara que pa' qué.

En otro orden de cosas, si vivís metidos en una cueva a diez mil metros de profundidad y aislados del mundo exterior (entonces dudo mucho que estéis leyendo este blog) seguramente no os habréis enterado de que a los académicos de la RAE les pica el culo y se han propuesto inventarse inventado nuevas normas ortográficas (¿Cómo era eso de que la RAE no inventaba nada, sino que recogía el uso más extendido del lenguaje y por eso iba parecía anclada en el pasado? Pues para una vez que innovan, van y la cagan). De todas formas el departamento de español de la escuela (que venimos siendo Mar y yo) en un alarde de rebeldía hemos decidido ignorar a la RAE y seguir con las normas de siempre (¡¡¡hombreyá!!! ¿qué es eso de que "sólo" no lleve tilde cuando significa "solamente"?).

Además hoy espero acabar con los pocos exámenes que me quedan por corregir (el domingo acabé con casi todos, ¡¡menudo maratón!!), pero me da cosita, porque me escriben unas cosas que no hay por donde cogerlas.

Ah, y una cosa de la que me he enterado esta mañana (y que me he quedao muerto) es que los funcionarios alemanes, además de jurar la Constitución y prometer llevar una vida ejemplar (?) tienen prohibido manifestarse, como vayan a alguna manifestación les abren un expediente. Y ahí me he quedado de piedra. Yo no soy muy de manifestarme, de hecho las manifestaciones a las que he ido se pueden contar con los dedos de una mano; pero ¿os imagináis que en España los funcionarios tuvieran (y no, no digo "tuviéramos" porque por ahora no lo soy) que llevar una vida ejemplar, jurar la Constitución y tuvieran prohibido manifestarse.

Bueno, y ya me dejo de desvariar, que ahí, en la columna de la derecha tenéis un montón de blog que acaban de actualizar y hay que echarles un vistazo. Y además, a pesar de la lluvia asquerosilla de esta mañana, ahora brilla un sol de justicia, pero no me voy al monte, porque estará embarrado... y porque tengo que corregir y, sobre todo, que prepararme las clases de mañana.

Ale, un beso.

viernes, 5 de noviembre de 2010

Cosas veredes, amigo Sancho

Pues hoy llegan las vacaciones a su fin... pero como mañana es fin de semana tampoco trabajo (han sido cuatro días oficiales de vacaciones, desde el martes hasta hoy). La vuelta desde Hungría no fue nada mal, aunque sí que fue un poco coñazo (probad a viajar solos durante 14 horas en tren y ya me contáis que opináis) y por supuesto en el último tren tuvimos retraso, por lo que llegué a mi casa media hora tarde (la verdad es que mejor de lo que me imaginaba); pero lo más importante (aparte de no equivocarme de tren y no perder ningún enlace) es que al llegar a mi casa, mi bufanda (la que yo pensaba que estaría con alguna familia adoptiva) estaba aquí esperándome; por lo visto se cogió un tren desde Linz y vovió a casa ella solita... eso o que se me olvidó cogerla con las prisas y no la eché en falta hasta que llegué a Budapest.

En otro orden de cosas. Acabo de volver de pelarme y me han cobrado la nada despreciable cantidad de ¡¡¡¡20 euros!!!! Vale que Antonio (mi barbero en Córdoba que cobraba 2,50 y por desgracia ya se ha jubilado, también conocido como el Fanta) no me lava el pelo ni me da mimitos cuando me pela, pero es que por ese precio ¡¡¡¡¡¡¡me podían haber felado!!!!! Que ganas tengo de volver a Córdoba y que me pelen gratis.

Y el título a qué viene. Pues nada, a que alguien que negaba y renegaba una y otra vez de ciertos lugares de España (en concreto de Cataluña) ha pagado dinero para ir allí a pasar la Nochevieja nada más y nada menos. ¡¡¡Ver para creer!!!

Y las fotos del viaje a Budapest, ya las podéis ver en http://picasaweb.google.com/afra1984/Hungria02#

Ya sé que esta entrada es un churro, pero es que estoy haciendo mil cosas a la vez y probando el nuevo Picassa.

Sed felices

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Crónicas hungriacas

Pues ya sólo me separa la noche de mi vuelta a Hessental. Hoy veremos una peli y luego al sobre y así será como acaben mis vacaciones en Hungría. En el 89 (algunos) alemanes del este (sobre todo berlineses orientales) iban "de vacaciones" a Hungría para pasar la (recién abierta) frontera con Austria y huir a la Alemania occidental. Pues bien, algo parecido haré yo mañana, pero no huiré de Hungría, sino que volveré a mi rutina, que si bien no me disgusta, prefiero estar aquí de vacaciones. Y ahora, lo que os interesa ¿qué hemos hecho estos dos días?

Ayer nos quedamos descubriendo la ciudad de Kesckemét. Yo creo que es algo así como Ronda, pero al revés. Ronda es un pueblo que no tengo muy claro por qué es un paraíso para los guiris que vienen a Andalucía; ya sé que es muy bonito, pero creo que tampoco tiene nada superespecial como para ser destino turístico obligatorio. Pues bien, si Kesckemét tampoco tiene nada especialmente destacable, es una ciudad bastante típica y con algunos aspectos a destacar como la (enorme) catedral católica; la plaza del pueblo, donde se juntan iglesias de prácticamente todas las ramas del cristianismo presentes en Europa; el Cifra Palota (un palacio del siglo XIX); etc. Después de un día de turismo (en el que el cansancio del lunes ya se hacía notar) nos fuimos a la bolera a echar un rato y comprobar como esa bolera (al igual que el 95 % de las boleras del mundo) es en realidad un negocio de blanqueo de dinero.

Y hoy hemos vuelto a Budapest, a recorrer la parte que nos quedaba que es Patrimonio de la Humanidad. Entre otros el Museo del Terror, que fue cuartel general del partido nazi de Hungría y de la policía secreta soviética de Hungría. Quizá sea porque viví en Berlín (víctima arquetípica de dos de las dictaduras más duras del siglo XX), pero ese es un tema que me interesa bastante y que siento muy cercano (a veces incluso más que la historia de mi propio país, es algo que no puedo explicar). También hemos estado de relax y visitando la impresionante Basílica de San Esteban, donde está reliquia de la mano de San Esteban (el tema de las reliquias lo dejamos para otro día ¿vale?).

En resumen, que me lo he pasado genial, que estoy reventado de andar y visitar y trenear (a pesar de estar más que acostumbrado a esto último) y que ojalá no tuviera 82 exámenes esperándome en casa mañana.

martes, 2 de noviembre de 2010

Greertings form Hungary

Aprovechando un descanso mientras acaban de prepararse mis anfitriones os cuento un poco los dos primeros días por Hungría.

El viaje de Hessental a Budapest fue increíblemente bien. Cuatro trenes a través de tres países y apenas pasó nada reseñable... aparte de perder mi bufanda en Linz, claro está (¡¡Ay pobrecita, ahora estará con una familia nueva, en Austria, o donde sea, espero que me la estén tratando bien!!). Pero ya digo, ni perdí ningún tren, ni me equivoqué de vía, ni cogí la parte de atrás teniendo que coger la de alante, ni se retrasaron los trenes... hasta que llegué a Hungría. Cuando llegué a Budapest, allí estaban Chente y Paloma esperándome y luego cambiamos de estación para ir a Keksckemét (pronunciese Kékskemit o quécsquemit), donde teníamos que coger un autobús urbano (o andar media hora por el parque de los violadores nocturnos) para llegar a su casa. Pues bien, ese tren SÍ QUE SE RETRASÓ. Por supuesto salimos a nuestra hora, pero nos tuvieron una hora parados en mitad de la nada, pero oye, teniendo en cuenta mis antecedentes con los trenes, me doy con un canto en los dientes. Al final, como el bus también vino con retraso no nos violaron ni nada.

Y ahora lo interesante, ayer estuvimos en Budapest. Nos dimos una jartá de andar, pero está todo chulísimo. Ya colgaré algunas fotos en el Picassa cuando vuelva a Hessental. Vimos el Parlamento, subimos andando al Bastión de los pescadores y a la Basílica que hay al lado (auqnue al final no entramos), nos quedamos con las ganas de visitar el hospital en la roca porque estaba cerrado, y también vistamos las cuevas del Bastión (una serie de túneles que recorren la colina donde está el Bastión por debajo de la tierra, aunque en realidad creo que son un poco artificiales y hechos a propósito para turistas, pero están muy chulas). Y luego, Budapest de noche con un dulce típico incluido (cuando me acuerde de como se llama os pongo el enlace).

Y como ya están listo, ahora nos vamos a ver Keksckmét,

Besos.