lunes, 22 de junio de 2009

Buscando sellos

Es verdad que me tropiezo con un sello... pero también es verdad que el proceso es más largo. Me tropiezo. Me caigo. Me levanto. Sigo andando. Me vuelvo a tropezar. Me vuelvo a caer. Me vuelvo a levantar. Sigo andando. Veo otro sello. Aprendo de mis errores. Lo evito. No me caigo. Sigo andando... pero una piedra se cruza en mi camino y al final por lo menos he aprendido a levantarme, así que nunca dejo de caminar.
Y esto ¿a qué viene? En contra de todo pronóstico el Instituto Goethe (organismo ALEMÁN encargado de la enseñanza de alemán en el mundo) determinó hace un mes que tengo un nivel de alemñan de B2; justo una semana después la EOI de Córdoba decidió que no lo tenía (¡¡¡como si los alemanes supieran alemán!!!!). Además también han decidio que a pesar de poder convertirme en profesor de inglñes de la EOI y a pesar de haber vivio en EEUU tampoco tengo suficiente nivel de inglés, pero también he visto que algunas nativas han suspendido (¡¡¡¡¡como si los nativos supieran hablar su propio idioma!!!!!! ¿¡¿¡¿¡qué se habrán creído!?!?!?!).
La semana que viene me voy a India y Canadá (si India y Canadá vienen a verme a la facultad o yo voy a ellas no importa, ya sabéis que el orden de los factores no altera el producto); como dije antes estoy buscando sellos en los que tropezarme, así que llevo el asunto del dinero (ya sabési, "nunca viene mal pedir dineros"). ¡¡¡Que ganas tengo de que empiece!!!! (¡¡¡y que friki soy!!!!).

Sed felices y ya sabéis, si veis un sello en el suelo, mejor que lo rodeéis (de todas formas habrá una piedra esperandoos más adelante).

martes, 16 de junio de 2009

Once días

Hasta yer, el periodo de tiempo más largo que había estado sin salir de mi ciudad este año había sido de diez días: del uno al once de enero, que estuve en Córdoba y salí sólo para ir a Alcolea (un barrio de las afueras de Córdoba, para quien no lo sepa). Hasta ayer, digo, porque ya llevo aquí once días y tiene pinta de no cambiar mucho la cosa hasta agosto que me vaya con mi hermana a Paris; atrás quedaron los trenes, los Wochenendetickets, las escapadas imprevistas en tren o bus a Colonia, Copenhague, Amsterdam, Paris... y no tan imprevistas en avión a Londres, Estambul... Tiene pinta de que esta vez toca viajar con la imaginación, porque con el cuerpo el único viaje que me espera es a la biblioteca.

Ayer cuando le comentaba a mi tía que ya estoy buscando becas para irme otra vez a Alemania o a EEUU dentro de dos años si no apruebo o dentro de algo más si al final consigo plaza, ella me contestó "¿Qué pasa? ¿No has escarmentado?", en mi mente sólo había un pensamiento "Sí, sí que he escarmentado, por eso me quiero ir".

Hala, a cuidarse... o no, pensándolo mejor, a disfrutar de la vida.
A.

viernes, 12 de junio de 2009

Una semana

Ya llevo una semana "en casa" y he sobrevivido, de hecho, ha ido bastante bien. El primer finde, genial: cenita en gran familia (con hermanas, futura sobri, tía, abuela y cuñados incluidos), salir con los amigos, Loro Verde (mejorable) y Long Rock (como siempre, inmejorable) y después... una semana larguísima, sin nada que hacer, tan desesperado que incluso me he puesto ya a estudiarme las oposiciones para el año que viene ¡¡¡Y QUEDA MÁS DE UN AÑO!!! Ya me jartaré de temitas, de pogramacioncitas, y de las chorradas varias que conllevan, pero es que el miércoles ya estaba desesperado de llevar dos días sin hacer nada; vaya, que lo más inesperado que me ha pasado es que el router wifi que encargué me ha llegado dos días antes de lo previsto. Lejos quedan los días en los que una improvisación me podía llevar a tomarme un vino junto a la Catedral de Colonia o a pasar el fin de semana en Copenhague, ahora hasta para tomarme una birrita en La Libra tengo que planearlo y mi plan para esta noche no es acostarme pronto para salir mañana temprano rumbo a Luxemburgo o coger el primer tren que llegue a la estación con destino desconocido; no señores, si nadie lo remedia, mi superplanazo será llevar a mis padres a una boda, que ellos no cojen el coche porque quieren beber (¡¡¡si es que hasta mis padres tienen más marcha que yo!!!!)... y encima ya ha acabado la tregua que el calor cordobés me había dado (información para forasteros: por tercer día consecutivo hemos superado con creces la barrera de los 40 ºC).

Sed felices,
A.

PD: Ahora que me acuerdo, me quejo de vicio, lo más emocionanate no ha sido el router, sino que lo he usado para comprarme un miniviajecito a Paris en agosto ¡¡¡que cabeza la mía que se me olvidan las cosas!!! (pero vamos que me reafirmo el viaje ocurrirá dentro de más de dos meses, cuando ya tenga una sobri a la malcriar).

jueves, 4 de junio de 2009

Ahora sí

A menos de ocho horas de coger el avión que me llevará a casa, ahora sí que ya llegó la hora. Acabo de estar de barbacoa con los niños de la clase trece, los que han hecho "selectividad" y la verdad es que sí les voy a echar de menos. Es cierto que Duisburg no me gusta, pero este año ha tenido sus cosas: los Weihnachtsmarkt de Krefeld, Münster, Düsseldorf, Aachen...; el carnaval de Colonia (del que me acuerdo más o menos); las cenas con vino y charlas con Juliana; los paseos por Duisburg charlando de esto y aquello (más de esto que de aquello ¿verdad Sori?) con Soraya; los viajes a Amsterdam, Londres, Copenhague, Estambul, Frankfurt, Jena, Regensburg, etc. con visitas propias y ajenas en los que lo más importante ha sido la compañía de gente que ya conocía (Rafa, Álvaro, Laura, Antonio, Jose Alberto, Mari, mi familia casi al completo, Felix, Julia, Tyler) y gente que he descubierto (Guille, Belén, Álvaro, Juanlu, Víctor, Irene, Miguel, Alejandra, Tobi); y en definitiva gente que me han alegrado la vida y que de no haber venido ni siquiera habría conocido: Santi, Soraya, María, Juliana, Anja, Rebeca, Corina, Caroline, Diego, Irene, Eugenia, Nestor, Gavin, Thomas, Benedickt y tanta gente que se me queda en el tintero.
Y ya sé que dentro de poco me olvidaré de lo fea que es Duisburg y me acordaré sólo de cómo cambia en primavera y los fascinante que es cuando está totalmente cubierta de nieve; me olvidaré de lo cafres que pueden ser los alumnos de la clase 10 y sólo recordaré lo adorables que son los de la clase 8 o lo bien que me lo pasé con los de la 13 en la bolera en noviembre y hoy en la baracoa; me olvidarñe de o solo que se uede sentir alguien cuando no tiene amigos ni familia y tiene demasiado tiempo libre y sólo recordaré lo bueno que es tener tiempo libre y gente con quien compartirlo. Y sonre todo sé que de nuevo, por cuarto año consecutivo tengo que despedirme, que no quiero hacerlo y que nunca sabemos lo que nos espera a la vuelta de la esquina pero mientras tengo que decir "hasta que nuestros caminos vuelvan a cruzarse en la senda de la vida".

Tschüss.

lunes, 1 de junio de 2009

Ya casi se acabó

Ya sé que hace mil que no escribo aquí, que os tengo abandonados y que merezco la pena capital (que me clausuren el blog). Pero es que ya me queda nada para irme, me quedan sólo tres días y la segunda aventura alemana habrá acabado, pero mejor me pongo nostálgico otro día; que hoy estoy aquí para hablaros de otras cosas, de mis tres últimas semanas.

El fin de semana después de Luxemburgo y Trier vinieron mis padres y mi tía. No estuvo mal, volví a Colonia, volví a Münster (pero esta vez con buen tiempo, para variar), volví a Aachen y nos quedamos en Düsseldorf. ¿Recordáis lo de viajar con la familia? añadidle un salto generacional e imaginad... pues salió todo bastante mejor de lo que pensáis; además subí por fín a la torre de la TV de Düsseldorf y fue impresionanate y me dí cuenta de que lo que a mí ya me parece tan normal y cotidiano no tene porque serlo para todo el mundo (es algo que no me sorprenderme, pero no deja de olvidarseme continuamente... ¿existe en la palabara "olvidarseme" realmente?); como por ejemplo las despedidas de solter@s de la Bolkerstraße, las viejecillas en bici, los trenes relativamente baratos y relativamente puntuales, que andar rápido se puede considerar una carrera y todo eso que volverá a ser cotidiano dentro de poco.

Esa semana no trabajé, porque el lunes estaba chunguillo y por eso no fuí a trabajar, el martes había una reunión en la delegación de eduación y el miércoles porque hice el examen del Goethe Institut. Del examen me fuí directo a Regensburg a despedirme de Felix, Julia y Tyler (amigos míos del año pasado en EEUU). La verdad es que estuvo bastante bien volver a verles y despedirme de Baviera; pero lo que estuvo genial de verdad fue el Dult con Tyler, Tobi y un montón de erasmus, el Dult es un festival de la cerveza, que podría compararse, salvando las distancias, a la feria; la mayor diferencia es que no hay poligoner@s, hay sólo dos casetas (enormes, eso sí) y en vez de rebujito o sangría se beben cantidades ingentes de cerveza (la unidad de medida bávara por excelencia es el Maß, es decir un litro de cerveza); además, cuanta más cerveza se bebe, más se acortan las distancias.

Y así nos plantamos en esta semana, el miércoles hice el oral del Goethe (por cierto aprobé, lo que significa que Alemania piensa que tengo nun nivel de alemán suficiente para por ejemplo estudair una carrera universitaria aquí o presentarme a unas oposiciones alemanas) y después me fuí a dar una vuelta por Düsseldorf con Soraya. El jueves llegaron Jose Alberto y Mari y hemos estado hasta hoy de viaje en tren y en coche y por supesto noemóhdichomáhquepegóh y nos lo hemos pasao quetecagáh. Ahora sé que cuando decidí no renovar la beca, no me equivoqué al tomar la decisión. Hemos estado en Colonia, Aachen, La Haya, Utrecht, Luxemburgo, Bonn y Maastricht (tres nuevas de siete, la verdad es que no está nada mal) y ¡¡¡he conducido por autovías alemanas sin límite de velocidad!!!! (bueno, el límite que daba el coche). Lo cual teniendo en cuenta que ha sido la segunda vez que he cogido el coche en casi todo un año (después tres sin cogerlo) no está nada mal.

En fín que no me enrollo más que parece que no he dicho nada y llevo ya más de una hora escribiendo. Sed felices.
A.