martes, 24 de febrero de 2009

Se acabó el carnaval

Pues eso, que ya estamos a martes de carnaval y aunque hoy todavía sea fiesta no voy a hacer nada especial. Así que ya puedo hablaros del (no tan) increíble Carnaval de Colonia famoso en el mundo entero (como la sidra el Gaitero). En breve: ¿merece la pena? sí, pero...(ahora explico ese "pero") ¿se merece la fama? ni de coña. Y ahora en no tan breve:

El jueves, como cada jueves, fuí a trabajar y, como NO cada jueves, a las 11:11 de la mañana (los alemanes siempre tan tradicionales y SOBRE TODO puntuales) las alumnas intentaron pintarme la cara con rotuladores porque era carnaval, pero como no lo consiguieron pues empezaron a pintarse entre ellas (no es que si me hubieran pintado la cara, ellas no se la habrían pintado) y 9 minutos después acabó la clase y empezó mi puente de carnaval. Así que nada, allí dejé a todos mis compañeros en la sala de profesores y yo me vine a cas a ponerme mi disfraz de Peter Pan hecho con papel pinocho (¿os tengo que recordar que mi madre es maestra de parvulitos? y digo es porque aunque esté jubilada, siempre será maestra de parvulitos) y puse rumbo a Colonia Sur, donde me esperaban María, Gabin y un amigo suyo alemán de cuyo nombre no me acuerdo pero gracias al que descubrí el Feigling, que definió la tarde... bueno, el Feigling, la ceveza a 1 euro y el Jägermeister. Pues eso, que después de llegar a la estación de Colonia Sur, estuvimos en la calle bebiendo un poco y conociendo a gente de lo más pintoresca de la que no os voy a hablar porque eran tantos que ya no me acuerdo y porque además era carnaval y la gente iba disfrazada y eran muy personajes como un Mario y un Luigi que eran italianos pero luego resulta que en realidad eran alemanes y hablaban en italiano y en inglés con nosotros (o algo de eso, como he dicho antes el Feigling, la cerveza y el Jägermeister influyeron bastante en el desarrollo del día). Bueno, el caso es que al rato nos fuímos a un pub que había por allí cerca con música Schlager y de carnaval. En ese pub perdí la bufanda, llegué a la conclusión de que la razón de haberla perdido era el karma (al que provoqué en Copenhague) y la volví a encontrar (así que ya me cobrará el karma cierta bufanda amarilla por otro lado). Después de dar mil vueltas y de entrar y salir del pub dos o tres veces, decidí volverme a mi casa; menos mal que iba con María y Gabin, porque teníamos que coger el mismo tren; así que como ellos conocen mejor la ciudad que yo pues nos fuímos a comer algo (a los dos días recrdé que fue una pizza) y a coger el tren. Cogimos el tren, a la media hora ellos dos se bajaron en Düsseldorf y diez minutos después de ellos me tenía que haber bajado yo en Duisburg, pero ¿qué pasa cuándo te levantas temprano para ir a trabajar y sales de trabajr y te tiras de juerga todo el día? Pues que te cansas y ¿qué pasa cuando viajas en una cuna gigante metálica sentado en un sillón blandito y estás cansado? Pues que descansa los ojos un seundo y cuando te quieres dar cuenta te has pasado cuatro paradas de tren y acabas en Dortmund (que está a una media hora de Duisburg en tren).
Bueno, pero eso ¿es un problema? a las dce y cuarto del mediodía la respuesta es: NO PROBLEM, a las doce y cuarto de la madrugada la respuesta es: ¡¡¡¡ME CAGO EN TÓ LO QUE SE MENEA!!!! ¿Adivináis a qué hora me pasó? Bueno, pues eso, un McMenú (sin taza de regalo), un paseo por la plaza de la estación, un dolor de cabeza, un paracetamol (siempre llevo paracetamol en la mochila), una agradable conversación con una pareja de policías y dos horas y media después pude coger el tren de vuelta a casa en el que me encargué de mantener los ojos abiertos hasta llegar a Duisburg, para no acabar en Colonia.

Al día siguiente apenas tenía resaca (el karma me tiene que tener guardada una bien gorda), pero de todas formas estaba hecho polvo, casi no podía salir de mi cuarto de lo cansado que estaba. De ese día (viernes) sólo cabe destacar que por la noche cené con Juliana una fabulosa tortilla de patatas con vino tinto (tampoco bebí mucho) y que decidimos y al día siguiente a Düsseldorf a ver el carnaval en Düsseldorf.

El sábado tocaba conocer el carnaval en Düsseldorf, así que cone sa intención (en principio) pusimos rumbo a la ciudad Juliana, Juan, Daniel y Maria Clara (tres colombianos que viven en nuestra residencia). Nada más llegar, los tres colombianos se fueron por su cuenta y Juliana y yo nos fuímos a explorar el casco antiguo de la ciudad y a ver qué nos encontrábamos del carnaval. No estuvo mal y nos acabamos encontrando con una plaza en la que había gente cantando canciones típicas de carnaval alemán (que no tienen nada que ver con las canciones típicas de carnaval español). Después de eso nos fuímos con los colombianos y unos compañeros de trabajo de Juliana a vivir la exèriencia dela buya en Alemania. Lo pongo así: Imagina que estás el último miércoles de mayo en la portada de la Feria y en la calle del Río ¿hay buya? pues comparado con aquello está vacío. Además hay que recordar que el tamaño medio de los alemanes no es de 4 x 4, sino e 16 x 16, con lo que la gente de media estatura como nosotros acabamos bastante agobiados (hay que decir que yo era el más alto del grupo, así que imaginaos). Y después de eso, los colombianos se volvieron a Duisburg porque están de exámenes y Juliana y yo fuímos a encontrarnos con los otros altinosde Duisburg en un bar de tapas donde había un espectáculo de flamenco y como el que cantaba es de Cádiz, evidentemente acabó cantando chirigotas. Después de eso nos fuímos a bailar salsa. Y aquí tengo que explicaros por qué nunca tenéis que ir a bailar salsa con latinos a un bar alemán:
¿Qué tienen los latinos cuando bailan salsa (o hacen cualquier otra cosa)? Ritmo
¿Qué tienen los alemanes cuando bailan salsa (o hacen cualquier otra cosa)? Una técnica depurada
¿Qué tienen los españoles cuando bailan salsa (...)? Un montón de gañanes al lado que como lo hacen igual de mal, pues se disimula bastante
¿Qué pasa cuando un español baila salsa en un bar alemán de salsa? Que no hay gañanes bailando, sólo latinos con ritmo y alemanes que saben bailar salsa. Así que como al rato de estar allí ya estaba bastante cansado me volví a casa a descanasar y resté bastante atención para no dormirme de nuevo, aunque habría dado igual porque ya eran más de las dos y los trenes desde Dortmund ya funcionaban.

Al día siguiente tocó descansar otra vez y ayer ya fue Rosenmontag, es decir lunes de Carnaval. Por la mañna fuímos a comprar los billetes para Amsterdam (que este finde me voy a Amsterdam ¡¡¡que ganas tengo ya!!!) y después a Colonia con Eugenia (otra Asistente). La cosa fue así:

Los trenes estabn llenos así que tuvimos que ir en el sigueinte al que teníamos previsto (menos mal) y cuando llegamos estab lloviendo y hacía un frío que pelaba, de todas formas el pasacales de carnaval tenía que pasar por delante de la catedral (que está justo al lado de la estación, mira tú que práctico). Pues después de estar mñasde una hora esperando, por allí no pasó nada, ni una carreta, ni una banda ni nada de nada, y ademñas agobiadísimos de tanta gente; así que nos dimos una vuelta y decidimos poner rumbo a Düsseldorf, donde sí que nos encontramos con el pasacalles, que es algo así como una cabalgata de reyes magos, pero con gente disfrazada y algo mñas borracha por as calles.

Y enlazando con el principio, no es la superfiesta de la vida (vamos que no se merece la fama), no se lo pasa uno mal (por lo que SÍ merece la pena), pero si estás en España es mejor cogerse un autobús e irse a Cádiz que cogerse un avión y venirse a Colonia (de ahí el "pero..." del principio), porque además entiendes a la gente cuando habla (si no eres de Despeñaperros p'arriba).

Düsseldorf Hellau, Köln Alaff. Sed felices

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