martes, 8 de septiembre de 2009

De vueltas y figurines

Pues ya estoy en Córdoba. Hace tres meses no quería ver Córdoba ni en pintura, pero si tengo que elegir entre Córdoba y Alcolea, lo tengo claro (tan claro como si tengo que elegir entre Córdoba y Alemania), y ya mañana toca madrugar para visitar la biblioteca, pero al contrario que ciertos estudiantes de Magisterio con una licenciatura en bachillerato, no voy a ver a la gente estudiar, sino que voy a estudiar, a entrar de lleno en el maravilloso mundo de la oposiciones ¡¡¡que ganas!!!

Y los figurines del título ¿a qué vienen? Pues a los "maravillosos" profesores de la Escuela de Idiomas de Córdoba, que (como diría alguna abuela muy sabia) se creen mierda y no llegan ni a peo. En alemán sólo aprobaron en junio los que son realemente bilingües (es decir, bien hijos de alemanes o bien españoles nacidos y criados en Alemania) y en septiembre, por supuesto, no hemos aprobado nadie de quinto, bueno, y del resto de cursos aprobaron tres oficiales de segundo, ya está, el resto TODOS suspensos. Pero es que en inglés, sé de nativos (es decir, estadounidenses, hijos de estadounidenses, nacidos y criados en... adivinadlo..., muy bien ¡¡¡¡Estados Unidos!!!) a los que les suspendieron el examen de SU PROPIA LENGUA MATERNA, imaginad que os vais a vivir a un país cualquiera en el que no se hable español, por ejemplo Japón, y llega y os dice un japonés: "pues oye, chico, no sabes hablar español (QUE ES TU PROPIA LENGUA MATERNA) y por eso te voy a suspender".

En fín, que cada día que amanece el número de tontos crece y que como diría mi tutor de 5º de Primaria, el que nace tonto muere idiota.

Sed felices, antes de que cualquier &%$$%·&%()((/% os diga que lo único que sabéis hacer en la vida, en realidad no sabéis hacerlo.

Notas al pie: Por supuesto también sé de gente que ha aprobado, pero son, como ya he dicho, nativos o bien gente con un nivel muchísimo más alto del que en teoría piden (nivel B2 del Marco Común, os recuerdo que el Insituto Goethe, organismo ALEMÁN encargado de difundir la lengua y la cultura alemana por el mundo certificó este mayo que yo SÍ tengo el nivel B2). Seguramente si hubiera suspendido no estaría ahora desahogandome, pero seguramente si yo fuera profesor de la Escuela de Idiomas (a lo que aspiro en un futuro --> si no puedes con el enemigo, únete a él) me plantearía muchas cosas si tan sólo tres alumnos de mi clase de más de treinta hubieran aprobado, como ha sido algún caso este año.

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