jueves, 18 de abril de 2013

Salmorejo / Gazpacho

Lo mismo no os habéis dado cuenta pero el invierno parece que se ha acabado y la primavera ya está aquí... o lo mismo sí que os habéis dado cuenta y consideráis seriamente la opción del suicidio... e incluso puede que os hayáis dado cuenta y os alegréis de que haya terminado el invierno ¿quién sabe? En cualquier caso ya va siendo hora de dar de lado los potajes y sacar las "comidas fresquitas", esas que forman parte del verano tanto como el "joder qué calor, que ganas tengo de que llegue el invierno" o los de Sadeco con sus monos naranja regando las calles a la una de la madrugada y haciendo charcos en pleno julio. Dos de esas comidas de verano son el salmorejo y el gazpacho. Pero ¿cómo se hacen? Pues muy sencillo, tienen la misma base (llamésmola masa) y cuando esta lista, si queremos salmorejo sólo hay que echar pan duro y si queremos gazpacho sólo hay que echar agua (y algo más de vinagre). Necesitamos:

1 kilo de tomates
100 gramos de aceite
1 ajo (un diente, no vayáis a echar una cabeza)
1 cucharada de vinagre
1 pizca de sal
Aquí está toda la familia, pero vayamos por partes
Lo ideal es que los tomates sean del huerto de mi padre y que el salmorejo lo haga mi madre en la Thermomix con todo el amor de una madre. Pero con eso de estar cuidando a los nietos todas las tardes semana sí y semana no, pues no pueden ayudarme en este aspecto. Bueno, y el hecho de vivir a 2.328 kilómteros (2.498 yendo por Portbou en vez de por Irún) tampoco ayuda mucho. Así que me tuve contentar con los tomates del Rewe. Pero claro, además de no ser del huerto de mi padre, yo no he hecho salmorejo para toda mi familia, sino sólo para mí, así que tampoco usé un kilo.
Están dos tomates en el frigorífico y dice uno -"¡Uff, que frío!" y el otro responde -"¡Hala, un tomate que habla!"
Como mi madre hace el salmorejo y el gazpacho en la Thermomix, lo único que hace es quitarle el corazón, partirlos un poco y hala, a picar. Pero yo, que no tengo un móvil con Whatsapp (y por supuesto tampoco tengo una Thermomix), uso la batidora de toda la vida, así que lo suyo es pelar los tomates y cortarlos en trozos más pequeños para que se batan mejor. (Por cierto, mi cumpleaños es el cuatro de agosto y no tengo móvil con Whatsapp ni Thermomix, guiño guiño).
Esto van dos tomates por la carretera y dice uno -"Cuida..."CHOFF - ¿Qué...?"CHOFF
Una vez que los tenemos batidos se va echando el aceite poco a poco. A ver, esto es complicado, así que lo repito POCO A POCO. Dice la leyenda que si te miran mientras estás echando el aceite para hacer mayonesa casera, la mayonesa se corta. No es porque te miren, es porque te están poniendo nervioso y no la estás echando lo suficientemente POCO A POCO. Pues aquí es igual, si echamos todo el aceite del tirón, no liga bien (como yo en las discotecas). 
El vinagre da igual, pero el aceite, que sea bueno. Y hablando de vinagre, no vayáis a usar balsámico, que nos conocemos
Después se le echa el ajo. Lo mismo que con los tomates. En mi familia no compramos ajos, los cultivamos (más bien los cultiva mi padre, que es el único que trabaja en el huerto).Y si mis padres no me traen tomates, mucho menos me van a traer ajos. Así que en septiembre me compré tres cabezas de ajos para todo lo que iba a cocinar. Hoy las he tirado casi completas (le faltaban tres dientes) ya resecas. Si tenéis que usar ajo en polvo como yo, antes de echarlo, lo suyo es diluirlo en un poco de agua.
Con esta foto, parece que hago cocina de autor, sinseryonadadeeso
Y ya queda solamente por echar una cucharada de vinagre y una pizca de sal. Una vez que ya lo tenemos bien ligado, eso es lo que se conoce en mi casa (y supongo que en más sitios) como masa de gazpacho. 

Ahora hay tres opciones: hacer gazpacho, hacer salmorejo o guardar la masa en el congelador para poder comer gazpacho y salmorejo todo el año. Que hay quien dice que un salmorejo en diciembre no pega, pero eso es porque no tienen los 26 °C que tuvimos en Córdoba esta Nochebuena.

Para congelarlo, sólo hay que echarlo en un táper (Tupperware) y meterlo en el congelador. Ahora vendría una foto de mi congelador, pero eso ya es pasarse.

Para hacer gazpacho sólo hay que echar agua y más vinagre y sal hasta que se quede con buen sabor. Esta es la opción estrella en casa de mis padres. Mi padre y mi hermana parece ser que consideran que un día de verano sin gazpacho es un día perdido. En serio, hay semanas en las que pueden tomar gazpacho TODOS  los días.

Pero yo soy la oveja negra, soy más de salmorejo. Para eso sólo hay que echar pan duro hasta que se quede todo lo espeso que queramos y batir para que no tenga grumos; que es salmorejo, no colacao. 
¿A que parecen fresquísimos? Pues llevan cuatro días en la cocina poniéndose duros
Y una vez que ya lo tenemos batido le podemos echar huevo duro, jamón, atún, pimiento o lo que se os ocurra. Y se puede comer con cuchara o mi versión favorita: usando patatas fritas de bolsa a modo de cuchara. Cuenta la leyenda que una vez que fui a visitar a mis padres no engordé tres kilos en dos semanas... pero es sólo eso, una leyenda.

Y no, no hay foto de la obra maestra porque tanto hacer fotos a los ingredientes se me acabó la batería de la cámara. La próxima vez será. Por cierto, profesores visitantes de Niedersachsen ¿cuándo será la próxima vez? ;-)

1 comentario:

Inma dijo...

Doy fe, un día sin gazpacho es un dia perdido, pero en verano y casi casi en invierno.