lunes, 19 de agosto de 2013

Limmerstraße

Llevo ya dos semanas en Hannover y me ha dado tiempo de muchas cosas. De montar muebles, de ordenar mi dormitorio (aunque no del todo), de volver a desordenarlo y de no terminar de montarlo. Por cosas como esas, ayer pude echar una foto como la siguiente desde mi cama.
Si despes de dos semanas sigue así, imaginad como estaba el primer día
Pero lo más importante no es como tengo el dormitorio, sino cómo ha cambiado la rutina diaria. Por lo pronto llevo dos semanas sin coger la bici. Y es que no trabajo donde vivo, sino que tengo que coger el tranvía para ir a la estación y allí coger el tren. Pero ése es el aspecto negativo, el aspecto positivo es donde vivo. Ya os comenté cuantísimo me gusta este barrio. Me recuerda bastante a la idea que yo recordaba de Berlín (en concreto de Prenzlauerberg y Friedrichshain), la calle principal es peatonal y el resto de calles tiene muy poco tráfico (aunque a veces cuesta encontrar aparcamiento), hay muchísima vida, las calles están llenas de gente de todas las edades y sobre todo hay gente joven con niños pequeños, pero también se ven bastantes mayores. Aparte de los tres supermercados, el resto de tiendas son pequeños comercios y junto a mi casa además de una librería de segunda mano está la tienda con el horario que todo trabajador soñaría.

De lunes a miércoles está cerrado (y no molestéis), los jueves y los viernes echa media tarde y los sábados media mañana. Por los domingos mejor preguntéis que hay que santificar las fiestas.
A pesar de todo es agosto, así que he pasado bastante tiempo en la calle, ayudando a hacer mudanzas, y sobre todo en el bar de abajo de casa de Kitaun (donde íbamos a sacarnos una tarifa plana de consumiciones, pero al final no ha podido ser) con Nutria y Ana, tomándonos unas BUM y comentando el ganado que pasaba. (Inciso: yo no sé qué le echaran al agua en este barrio, pero tanto monumento andante por metro cuadrado no es normal).
También he quedado bastante con Mire y mi futura compi de piso, y por supuesto con Carabanchelero, Dave y Tudelaner. Con todos ellos celebramos Kitaun y yo nuestro cumpleaños anteayer.
Una foto que resume bastante bien el espíritu de la Limmerstraße (no mi calle, pero sí la más importante de esta zona y que le da nombre a esta parte de la ciudad) es ésta.
A falta de Afrikola, buena es una Fritz-kola (direkt aus Hamburg). 
Si al principio de la entrada os mostraba lo que había a los pies de la cama, ahora os enseño cómo estaba ayer el escritorio. Menos mal que ya he ordenado un poco.
Entro a mi cuarto y veo esto ¿de verdad os extraña que prefiera bajarme a por una BUM?

1 comentario:

Chente dijo...

Friz cola? Qué clase de divina aberración ha inventado eso? Vale, vale, sí, debo de ir a probar una.