martes, 2 de diciembre de 2008

Kölner Weihnachtsmarkt

Aún a riesgo de volverme monotemático, una nueva entrada sobre un nuevo Mercado Navideño (bueno, sólo en parte).
Ayer no escribí porque fue un lunes bastante corrientucho: levantarme a las seis, siete horas en el instituto, luego ir corriendo al curso de alemán (apenas comer, sólo picotear algo justo antes del curso de alemán), un rato al Weihnachtsmarkt de Krefeld (que me he dado cuenta de que todavía no os lo he presentado) y luego para casa; llegué muerto, como cada lunes, así que , como comprenderéis tampoco tenía muchas ganas de escribir (ni tampoco tenía muchas cosas que contar). Bueno sí, ayer cobré el segundo sueldo, pero tampoco es para tanto.
Hoy ha ido algo mejor, me he levantado más tarde, he trabajado menos horas (pero con menos ánimos) y después del cole... a Colonia (Köln en alemán). ¿Y qué hemos hecho en Colonia? Pues lo único que se puede hacer en Alemania durante el Adviento un martes por la tarde: ir al Weihnachtsmarkt, bueno, mejor dicho a los Weihnachtmarkts, porque en Colonia, como nos ha dicho un hombre cuando le hemos preguntado, hay cientos de mercados. El más conocido es el de la Catedral, nada más salir de la estación, un mercado un poco pequeño y la verdad es que nos esperábamos más, pero (como manda la tradición) hay una nueva taza en mi estantería, algunos dirían que es una taza un poco rococó, pero es que de la Catedral de Colonia no se puede esperar otra cosa (ya sé que la Catedral es gótica, no os echéis las manos a la cabeza!!!!). Bueno, pues el caso es que después hemos explorado un poco la ciudad y hemos llegado (con ayuda de los coloneses que había en la calle) a otro mercado, que era un poco más simple, y más oscuro, pero con menos guiris (espera.. ahora que lo pienso, yo soy un guiri) y unos crepes con queso y jamón que han salvado la cena, y luego vuelta a la estación. En fín, no nos hemos perdido, porque un turista NUNCA se pierde, pero hemos encontrado una ruta alternativa más larga y menos bonita.
Después como hemos llegado a la estación media hora antes de que saliera el tren, nos hemos ido al Starbucks a tomarnos un café. Yo no sé que pasa que cada vez que alguien va conmigo de turismo en Alemania, los vasos, tazas, etc. de los bares donde vamos acaban desapareciendo de la mesa y reaparecen en nuestras mochilas como por arte de magia ¿verdad, Laura Perrujo?

Y de propina otra nueva adquisición.












La taza rococó ya os la enseñaré en vivo y en directo.

No hay comentarios: