La semana pasada ya emepzó el otoño (lo que en España, al menos en Córdoba, se considera invierno, de hecho); así que, como viene siendo tradicional cada otoño, cogí un poco de frío; nada grave en realidad, carraspera y algunos mocos. Pero el fin de semana fui a casa de una amiga a vernos todos los profes vistantes del año pasado que quedamos aquí y a que nos informara de lo que ella ha hecho para poder quedarse aquí (ella tomó ya el año pasado la decisión que yo acabo de tomar,
El caso es que el lunes fui a trabajar y dí mis ocho horas del clase del tirón como un campeón (bueno, como un campeón no, que me faltó sólo ver dragones volando por la clase, pero ese es otro tema), y justo después de la última clase me fui al médico, que me dió la baja para lo que queda de semana (y menos mal, porque hoy estoy incluso peor que ayer). Así que ahora mucho té, mucha cama y mucha sopita y unas croquetas de chuparse los dedos que me he hecho hoy.
Os hablaría del finde en el Brenz, pero el cerebro no me da para tanto, sólo diré que me lo pasé superbien (el finde he estado más incubando que malo) y que ya tengo las cosas sobre quedarme más o menos claras. Y ya otro día contaré más detalles sobre la (escasa) vida nocturna de Heidenheim y la animada vida diurna que tuvimos.
2 comentarios:
Solo 3 apuntes:
1. Eso es porque no habéis ido al Brenz más duro: GIENGEN.
2. ¡¡Lo que le falta a tu vida son rizos!!
3. Los Castellers de Sants (www.borinots.cat) estamos preparando algo parecido a esto: http://www.youtube.com/watch?v=rq68XNa4Gzo
Un abrazo y cúidate mucho,
A.
Tres respuestas:
1. Si hubiéramos estado en Giengen seguro que habría cogido más frío (pero con más gusto que en Heidenheim).
2. ¡¡Ay esos rizos que me daban la vida!! ¿Cuándo vendrán por aquí?
3. Al final vas a conseguir que vaya a Barcelona ;) (y no es que me falten las ganas)
Un abrazo, y sí que me cuidaré (no me queda otra),
A.
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