viernes, 16 de noviembre de 2012

Retomando viejas costumbres

Cuando estuve de erasmus en Berlín hice mil millones de cursos de alemán en la universidad (bueno, a lo mejor exagero, a lo mejor sólo hice cinco), pero como soy así pues se me pasaron los plazos y no pude convalidarlos por créditos de libre configuración, así que a la vuelta tuve que hacer una asignatura más de lo esperado para poder acabar la carrera. La asignatura en cuestión podría haber sido algo relacionado con mi carrera, alguna de las múltiples optativas que me interesaban y que por razones de horarios no pude hacer, alemán I (que me la habría sacado con la gorra) o cualquier asignatura chorra de esas que están simplemente para que la gente se saque los créditos de libre. Evidentemente no lo hice. Me puse a aprender árabe.

Fue un fracaso. Aprobé por los pelos, me bajó la media y apenas aprendí nada. Pero me entró el gusanillo de aprender árabe en condiciones algún día.

Al año siguiente, me fui a EEUU con una beca de Auxiliar de Conversación, como parte de la beca tenía que matricularme de dos asignaturas por semestre. Existía la posibilidad de estudiar árabe. Pero las clases eran a las ocho de la mañana. Escogí "Hollywood Genres". Dejé la clase a la cuarta semana (la condición de las asignaturas era matricularse, no aprobarlas, ni siquiera ir a clase, de hecho aunque hicieras todos los trabajos y aprobaras todos lo exámenes - como hice en el resto de asignaturas - no te podían dar ningún certificado).

El año que estuve en Duisburg me matriculé de un curso en la Volkshochschule (Universidad popular). Era un curso de alemán, demasiado difícil para mí (un C2) porque no había cursos de mi nivel y era eso o un curso de nivel un demasiado bajo. Lo dejé, pero al menos hice un examen del Goethe y me saqué el título del B2 sin apenas prepararme.

Este año me he vuelto a matricular en la Volkshochschule. Adivinad de qué.


El año que me saqué el B2 del Goethe lo único que practiqué fue haciendo algunos exámenes de prueba antes y al final me saqué el título. Ayer hice la comprensión auditiva del C2 del Goethe (para ver el modelo pinchad aquí) y saqué un 80%. Me molé a mí mismo durante un rato. Mucho. Más de lo que se molaría una persona decente. Hoy voy a hacer la comprensión escrita. A ver qué tal. Espero molarme más de lo que marca la decencia otra vez.

Cuando tenía seis años (más o menos, mis padres o mis hermanas podrán decir la edad exacta) intenté freír un huevo porque tenía hambre, pero había nosequién en mi casa y mis padres estaban atendiéndole, así que no me podían hacer la cena. Así que puse la sartén en la hornilla, eché aceite, rompí la cáscara del huevo y lo eché en la sartén y como tenía seis años y no sabía encender una cerilla, tuve que esperar a que mis padres vinieran a la cocina. Desde entonces mis dotes culinarias han mejorado ligeramente (a pesar de todo el camino que todavía me queda); aún así hoy he intentado hacer Pollo al sésamo siguiendo la receta de Morti. Al final ha sido Pollo al ________. Se me ha olvidado echar el sésamo. De todas formas estaba bueno. Lo mejor de la cocina es innovar, experimentar (así aprendí a hacer pan plano del que se usa en los burritos)

Empecé este blog en noviembre de 2008 (justo dentro de dos semanas hará cuatro años, seguro que en el día se me olvida). Cuando no llevaba ni medio año, hubo meses en los que sólo escribí una entrada (y con el blog anterior la cosa fue aún peor el año después de Berlín). Ésa es una costumbre que NO quiero retomar.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Te voy a dar uso para el sésamo que se te ha olvidado poner, combinándolo con tu amor por los panes planos: haz tortas de Inés Rosales. Yo acabo de hacer mi primer intento (fotillo en el blog) y estoy molándome más que tú a ti mismo después de sacar ese 80%, sin exagerar.

afra dijo...

Has hecho tortas de Inés Rosales caseras. A mí también me molas que yo mismo (y eso que acabo de sacar 79 % también en la comprensión escrita)