lunes, 27 de febrero de 2012

Chupitos de sofrito

Hay cosas que odio, cosas que me disgustan, cosas que no me gustan, cosas que hago sin pensar, cosas agradables, cosas que me gusta hacer, cosas que me encantan, cosas que adoro, y luego está cocinar en condiciones. Y ya luego actualizar mi estado del facebook, pero eso mejor lo dejamos para otro día (sólo diré que la semana pasada, mis amigos acuñaron la frase "eres más activo que afra en el facebook").

Pues mientras escribo esta entrada estoy en la cocina (bendito corte de internet que hizo que reseteara el router y milagrosamente se arregló el wifi) y oigo el borboteo de la cazuela. Ayer volví a la capital del Öhrn, y como era domingo no había tiendas abiertas. Hoy después del trabajo he ido al dentista a la que puede ser por fin la última vista por las encías (en principio sólo me queda una limpieza profesional y que me saquen la muela del juicio), y después ni corto ni perezoso me he ido al supermercado a comprar. Lo más insano que he comprado ha sido un litro de leche entera (¡¡¡¡¡¡¡ENTERA!!!!!!!) y 200 gr. de jamón york. Creo que me hago una idea de por qué esta semana en Córdoba mucha gente me veía más delgado (pero tranquilos, estoy a mucha distancia de la zona de riesgo de la anorexia).
Nada más llegar me he puesto a cocinar algunas de esas cosas ¿adivináis cuáles?
Una de las cosas que más echo de menos es la comida de mi madre (creo que nos pasa un poco a todos, o al menos a la mayoría, los que estamos fuera ¿no?) y una delas muchas cosas que me ha enseñado en la cocina es que todo se puede congelar (y cuando digo todo es TODO... bueno no, las patatas hervidas no, que se quedan mal). Así que esta vez de Córdoba no me traje jamón ni queso manchego (sí, hoy he comprado queso manchego en el super; puede que eso sea más insano que la leche entera o el jamón york).

Sino que me he traído...

... vasos de plástico de chupito para congelar porciones individuales de sofrito y tenerlas listas para hacerme un arroz, un estofado, pasta o lo que sea en menos que canta un gallo.

Y mientras le doy a publicar ya están guardados los vasos de chupito rellenos de sofrito en el congelador.
Y sí, lo que hay en el medio es una tostada de sofrito. Adivinad lo que he cenado.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Antonio soy Iza, a mi me encantan las patatas o papas guisadas (cocidas)y mi madre hizo una tesis de cómo podía congelarle a su hija (yo)las papas para que estuviesen recién salidas de la olla,jeje hay dos trucos el primero congelar las papas espachurras o bien no llegarlas a hacer del todo y asi cuando las calientes pues se quedan en su punto jejejejeje, a ver si consigo publicar esto jeje

afra dijo...

Jejeje, lo de las papas espachurrás no sé lo que es, pero lo de congelarlas antes de acabar de hacerlas tengo que probarlo. Ya lo contaré por aquí cuando lo haga ;)