martes, 25 de mayo de 2010

HIJOS DE PUTA

Así, con todas las letras y en mayúsculas. Todos los políticos.

Me bajan el sueldo para que el impresentable de Montilla, la impresentable de la Pajín o cualquiera de los impresentables e ineptos que nos representan no hablen en español, sino en cuaquiera de las lenguas esas que son cooficiales sólo en sus respectivas comunidades, no en toda España.

Porque os recuerdo que los funcionarios no son los calientasillas que están toda la mañana tomando café, no. Funcionarios son los maestros y profesores que enseñan a nuestros hijos (y a nosotros mismos); funcionarios son los médicos y enfermeras que nos curan cuando nos ponemos malos; funcionarios son los bomberos que apagan incendios y salvan vidas (esperad al verano, que ya queda poco para que arda media España); funcionarios son los policías que persiguen al cabrón que le pega a su esposa e hijos y que viola a niñas y adolescentes y no tan adolescentes y que mata, y que roba y que...; funcionarios son los jueces y fiscales que resuelven pleitos y dictan sentencias (aunque al llegar a cierto nivel se corrompan tanto como los políticos de los que son tan amigos); funcionarios son los veterinarios que se encargan de que los animales que llegan a las tiendas de alimentación estén en perfecto estado; funcionarios son... Funcionarios son quienes quizá no produzcan bienes tangibles, pero sin ellos todo esto sería un caos.

Y no, recortar el sueldo a los funcionarios no es la solución. Quitar políticos y asesores de en medio (empezando por la desaparición del Senado, que no sive practicamente para nada), ésa sí es la solución.

PD: Si queréis ver quienes son los calientasillas de verdad, esos que lo único que hacen es tomar café (u otros lujos más caros, que por supuesto no pagan ellos) en lugar de hacer su trabajo, esos que no han pasado una oposición sino que simplemente han TREPADO (porque eso es lo que son, unos trepas) en la organización de sus partidos aquí tenéis una foto.









Y, oh maravilla, no están en su lugar de trabajo, pero seguro que ese día sí que lo cobran y no tienen un jefe que les dé un tirón de orejas.

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