jueves, 5 de julio de 2012

Fin de curso diferente

Hace más o menos un año escribía:
Mi queja de hoy es por el trabajo... bueno, más bien por el no-trabajo. No, no es que me haya quedado en paro (...), es que aquí después de poner las notas y que sean las evaluaciones sigue habiendo clases. Pero claro, ni los niños tienen ganas de estudiar, ni los profesores de dar clase, sabiendo que lo que dicen entra por un oído y sale por el otro. Así que (...) me invade la apatía. 
Pues a pesar de que la situación es bastante parecida, este año me siento muy diferente. A lo mejor es saber que en septiembre me toca empezar de nuevo en otro sitio totalmente diferente. A lo mejor es que veo las cosas con otra perspectiva, a lo mejor es que soy un año más viejo, a lo mejor es que aunque ya no tenga que preparar clases todavía me quedan exámenes por corregir (no, definitivamente no es eso), a lo mejor es que no tengo la prisa ansiedad por estar en otro sitio que tenía el año pasado.

El caso es que ahora me alegro de tener estos veinte días sin el estrés de las clases, pero sin la inactividad total que le parte a cualquiera por la mitad.

No se acerca el 31 de diciembre, pero sí que es el momento de echar la vista atrás y ver que a pesar de que no se planteaba tan bueno como el año pasado (sobre todo porque sabía que iban a faltar mi gallego y mi ibicenca favoritos) al final ha resultado un año bastante bueno, lleno de esas casualidades que te cambian la vida (o al menos te alegran el finde), con más viajes de los que me esperaba (aunque siempre cabe alguno más) y lleno de buenos momentos. Un año con decepciones que al final resultaron ser más alegrías que otra cosa, con reencuentros que fueron incluso mejores que los primeros encuentros. 

1 comentario:

Inma dijo...

Brother, ve preparando las cositas pa el 25!!!! Sabes que ya tengo las libras para septiembre???? weeeeeeeeeeee